Reseñas, Festival de las Villas Vesubianas: Raíces que florecen en el presente

por María Punzo
El Festival de las Villas Vesubianas llega a su 36.ª edición , un evento que no solo es cultural, sino también profundamente identitario. Este año, el tema elegido, "Raíces e Identidad", resuena con especial fuerza entre las maravillosas villas de la Milla de Oro , que no son solo obras maestras arquitectónicas, sino lugares simbólicos y vivos, impregnados de memoria, capaces de unir pasado y futuro en una sola y conmovedora historia.
Mario Biondi inauguró el festival el 4 de julio con su cálida y profunda voz, marcando el comienzo de un calendario repleto de música, palabras, pensamientos e inspiración. Ahora, a mitad de camino, es hora de hacer balance , y los sentimientos son abrumadoramente positivos.
"Trabajamos con nuestras raíces, porque de ahí proviene nuestra identidad", afirma el director artístico Bruno Tabacchini , quien ha supervisado con dedicación cada detalle del programa desde enero. Con una larga y apasionada trayectoria que abarca la música y el teatro, siempre ha estado atento a la belleza de los lugares y su capacidad de inspirar.
Las raíces fueron el verdadero hilo conductor de esta edición: raíces culturales , como las celebradas en memoria del décimo aniversario de la muerte de Pino Daniele ; raíces históricas , como las evocadas en el Concierto de las Dos Sicilias , programado para el 17 de julio , que rindió homenaje a Roberto De Simone con la participación de Alfio Antico , uno de los más grandes intérpretes de "tammorra" del mundo. Esta semana, el 18 de julio , Luigi Carbone interpretó "Neaco ", un cuento musical que, a través de un giro contemporáneo, habla de transformaciones, sueños e identidades en movimiento. También hubo una reflexión sobre el papel de las nuevas tecnologías en el entretenimiento .
«Incorporar la tecnología al pensamiento de Pound enriquece nuestro teatro», explica Tabacchini. «Para nosotros, los napolitanos, el multimedia siempre ha formado parte de la expresión artística, desde la época de Andy Warhol».
Un concepto que se vincula con la columna "Mente, Corazón y Máquina ", donde la tecnología se considera no solo una herramienta, sino una extensión de la creatividad humana. Cuando la máquina se fusiona con la intuición y la emoción, el arte encuentra nuevos lenguajes : la tecnología no solo acompaña la muestra, sino que puede convertirse en su protagonista, transformándose en una forma de arte .
Entre los eventos ya presentados, destaca la actuación de Simona Molinari con la Orquesta della Magna Grecia . Ella narró el tiempo según los griegos , fusionándose con el alma eterna de Villa Campolieto. Un ejemplo perfecto de cómo el lugar nunca es solo un escenario, sino parte integral de la obra.
Y luego está el valor del encuentro humano : entre artistas y público, entre historias diferentes, entre épocas y sensibilidades.
«La gente que conoces en estas veladas forma parte de la magia. Es en estos intercambios donde el festival cobra vida», concluye Tabacchini.
La primera valoración, por tanto , es más que positiva: porque cuando el arte se arraiga en la memoria y mira al futuro, la belleza encuentra nuevas formas para renacer . Y las Villas Vesubianas, una vez más, se confirman como lugares del alma, donde las raíces siguen floreciendo.
İl Denaro