El Bari en el duelo ahora está en duda

BARI - Primer punto, desatar el nudo en lo que respecta al director deportivo. Ésta es la verdadera prioridad para un Bari que debe metabolizar la segunda, terrible decepción, e intentar sentar las bases para la próxima temporada. La situación contractual habla muy claramente: Giuseppe Magalini y Valerio Di Cesare tienen contrato hasta 2026. Pero contratos, como sabemos, no son el verbo. Hoy en día en el fútbol esto es prácticamente papel de desecho. Sólo importan si ambas partes están dispuestas simultáneamente a darles peso. Así que tendremos que esperar un poco más antes de considerar segura su confirmación. Sigue siendo probable, por mil y una razones. Pero habrá una evaluación de 360° de la situación y su trabajo también será evaluado por la alta dirección de Filmauro, la empresa matriz.
Es posible que la operación de Bari comience hoy. Con Luigi De Laurentiis pretendiendo marcar las pautas, no sin antes haber conocido la distribución presupuestaria en los salones romanos. En Nápoles, por cierto, ya se está subiendo el listón al imaginar un equipo aún más competitivo, capaz de rendir bien en la Champions League. Aunque sólo sea para intentar convencer a Antonio Conte de que rechace la tentación juventina. ¿Y en Bari? Lo hemos dicho y lo repetimos, la sensación es que poco o nada cambiará. Empezaremos de nuevo con la “cartera” de siempre, todavía a la caza de apuestas para ganar y de ese toque de suerte necesario para rellenar el hueco con las empresas que quieren jugar a ganar. ¿Volveremos a confiar en Magalini y Di Cesare? No ha sido una temporada positiva y también es normal que haya evaluaciones en marcha. Es posible que una discusión sana ayude a las partes a encontrar una manera de empezar de nuevo. Pero ten cuidado. La confirmación del hombre del mercado veneciano es menos obvia de lo que se pensaba en las últimas horas. Con Di Cesare permaneciendo en silenciosa espera. Por ambicioso que sea, no lo pensaría dos veces antes de encontrarse solo en el puente. Con un estado motivacional al más alto nivel. Guido Angelozzi, al fondo.
La cuestión del coaching, sin embargo, parece mucho más definida. Longo no convenció por su edad y no hubo feeling con el área técnica. No hay duda de su valor, estamos hablando de un profesional con cualidades indiscutibles. Sin embargo, para realizar matrimonios creíbles, se necesita una comprensión de 360°. También y sobre todo en la comunicación. Frente a la necesidad de transmitir siempre y en todo caso mensajes de positividad, Longo casi siempre ha contraatacado con un perfil bajo que no ha sido valorado ni un poco. Se dieron pasos de prudencia y realismo, pero en un momento dado pareció en las altas esferas que las palabras del técnico restaban dignidad deportiva al grupo del equipo. A Longo se le reprocha esencialmente esto. Incluso a la luz de una ruptura con el equipo que parecía surgir precisamente de esa manera pública de ver las cosas y de contarlas al exterior.
Longo, sin embargo, tiene un contrato sólido. Trescientos mil euros netos de impuestos, un coste que se acerca por tanto a los seiscientos. Es difícil imaginar que la familia De Laurentiis pueda interponerse si, en caso de confirmación, Magalini y Di Cesare comunicaran al club que es necesario un cambio en la dirección técnica. Sin embargo, se dice que el propietario está muy alerta debido a los conocidos problemas financieros. Los dos hombres del mercado serían los encargados de gestionar la salida de Longo. Tratando de obtener una resolución contractual con el menor impacto posible en el presupuesto.
No faltan ideas para la sucesión de Longo. Se habla mucho de Vivarini, que trabajó muy bien con Magalini en Catanzaro y que también goza de la estima de Di Cesare (junto con Bari). El técnico de los Abruzos, sin embargo, debe liberarse del Frosinone, con el que vivió un período de pesadilla. ¿Podría ser él el hombre adecuado? Estamos hablando de un profesional altamente capacitado y un buen hombre. El problema, si lo hay, es otro. Y pone en duda su carácter. Bueno, Bari necesita una figura que tenga mucho que vender. Vivarini, por el contrario, siempre ha mostrado dificultad para gestionar situaciones complejas. Y aquí, a partir de julio, tendremos que afrontar un ambiente muy tenso.
También es muy popular Roberto D'Aversa, con Di Cesare en la experiencia en Parma. Viene de dos campeonatos con resultados poco brillantes (Lecce y Empoli), quizás no sea un problema para él aceptar volver a ser titular desde la Serie B. Un salario elevado, alrededor de 500 mil euros. Su contratación es impensable con Longo todavía en nómina. En resumen, hay cosas que necesitan arreglos. Y ideas para cultivar. Incluido el de un entrenador emergente. Un joven de calidad. Esta última hipótesis es bastante remota. Se necesitaría mucho coraje para montarlo. Y quizás también una pizca de sana "locura".
LA GRAN CONGELACIÓN En los últimos tiempos se ha desatado una gran congelación entre el Bari y la familia Casillo, que acompaña desde hace muchos años al club rojiblanco con un sólido contrato de patrocinio. Parece que los empresarios de Coratini, muy inspirados y que gestionan sus empresas con grandes resultados, han decidido reducir sus inversiones en Bari. En otras palabras, falta un nuevo acuerdo con Luigi De Laurentiis, quien, de hecho, ya está buscando un nuevo patrocinador de primer nivel.
La Gazzetta del Mezzogiorno