Marco Bleve, auténtico salentino, se despide: "Me voy, pero me quedo con los Giallorossi".

LECCE - Hay lazos que el tiempo no rompe. Hay camisetas que no se usan, pero se viven, se aman, se honran. Y Lecce, para mí, fue todo eso. Es mi infancia. Mi sueño de infancia. Mi primera llamada. Mi primera zambullida. Mi primera lágrima. Defendí estos colores en silencio, con el corazón, incluso cuando nadie me veía. Los abracé con fuerza en los buenos momentos y aún más en los difíciles. Hoy, con la voz entrecortada por la emoción, les digo que ha llegado la hora de decir adiós. Pero nunca será un adiós. Porque quien nace giallorossi, se queda giallorossi para siempre. Me voy para crecer, para ponerme a prueba, pero me lo llevo todo: la ciudad, mis compañeros, el sudor, los abrazos, cada mirada que encontré en el camino. Volveré. Estoy seguro. Porque mi historia con Lecce nunca terminará. Con respeto, con orgullo y con el corazón en la mano, gracias, Lecce. - Marco Bleve

Así se despidió del club el portero de San Cesario, un auténtico salentino que pasó toda su vida con los Giallorossi, desde las categorías inferiores hasta la absoluta, a través de su perfil de Instagram tras su traspaso definitivo al Carrarese. Anteriormente, ha jugado en otros equipos, pero siempre cedido.

"Siento que he cortado el cordón umbilical que siempre me ha atado al Lecce", dice Bleve. "Tomé esta decisión porque he llegado a la edad en la que debo priorizar mi carrera sobre mi corazón. Además, tengo una deuda de gratitud con Carrarese, quien me quiso en la Serie C cuando no jugaba y quien, tras el ascenso, me pidió que me quedara en la Serie B. Juntos, logramos la permanencia, y ahora me han ofrecido un contrato de tres años. En resumen, han demostrado una gran confianza en mí".

El portero de San Cesario llegó al Lecce de niño: "Empecé con los 'pulcini', la categoría más joven. Jugué en la Serie C y la Serie B. En la Serie A era suplente. Sentí una emoción tremenda en el partido contra el Monza de la temporada 2022/23, donde aseguramos la permanencia en la máxima categoría, pasando de ver el descenso a la alegría desbordante de seguir en la máxima categoría, desde que el equipo de Brianza falló un penalti contra el nuestro. Sin embargo, estando en el campo, recuerdo el partido fuera de casa contra el Brescia en la Serie B de la temporada 2021/22, ya que llevaba varios meses sin jugar. Empatamos, y la semana siguiente volví a ser titular en la victoria contra el Cosenza. Al final, ascendimos. Liverani es el entrenador con el que más me lo he pasado bien". Tiene un arrepentimiento: "El de ser siempre el 'segundo' portero. Nunca tuve la oportunidad de jugar con regularidad". Pero tiene un sueño: "En tres años, tendré 32. ¿Por qué no esperar volver y probar suerte en la Serie A con el Lecce? Viví la época oscura de la Serie C y estoy orgulloso de lo que los actuales dueños han logrado construir, con un plan claro, utilizando sus propios recursos, paso a paso".