Tour de Francia, un comienzo amargo para los italianos: Ganna se cae y se retira. El belga Phlipsen consigue el primer maillot amarillo.

El Tour empieza mal para los italianos. En la primera etapa, la Loos-Lille de 185 km, ganada al sprint por el belga Jasper Philipsen, por delante del eritreo Biniam Girmay, perdimos inmediatamente a Filippo Ganna, el corredor más representativo de la pequeña expedición italiana, que ahora, tras la retirada de nuestro contrarrelojista, se reduce a diez corredores.
Ganna, que había puesto todo su esfuerzo en el Tour y se saltó el Giro de Italia, se cayó tras 52 km de carrera en un momento de gran tensión en el grupo debido al fuerte viento cruzado que luego crearía abanicos que afectarían la parte final de la etapa.
Tras recuperarse de la caída, el campeón olímpico regresó al grupo a pesar de haber perdido casi dos minutos. Desafortunadamente, un esfuerzo fue en vano, ya que, a unos setenta kilómetros de la meta, Ganna tuvo que retirarse debido a un fuerte dolor de espalda que le impidió continuar. Un grave accidente, el del verbaniano, que aspiraba a la contrarreloj de Caen, programada para el 9 de julio, y también a otras etapas del norte especialmente adecuadas para él.
Una temporada para reinventarse para Ganna, dado que el próximo Campeonato del Mundo en Ruanda, tanto en contrarreloj como en ruta, está más adaptado a los escaladores.
Un Tour con un inicio complicado, lleno de trampas y obstáculos, como algunos favoritos, empezando por Pogacar, habían anticipado. De hecho, en el norte de Francia, el viento, con ráfagas repentinas que rompen el grupo, puede ser decisivo. Algunos nombres importantes y muy esperados lo pagarán caro. Entre los italianos, en particular, el friulano Jonathan Milan, uno de los más esperados para este sprint en Lille.
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