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Crisis geopolíticas y mercados financieros: Por qué el largo plazo sigue siendo la clave para crear valor

Crisis geopolíticas y mercados financieros: Por qué el largo plazo sigue siendo la clave para crear valor

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El conflicto entre Israel e Irán representa un acontecimiento impactante a nivel mundial, que ha generado una fuerte preocupación en los mercados financieros, a la que se han sumado las tensiones sobre las obligaciones actuales, así como la incertidumbre sobre la evolución de la economía mundial. Sin embargo, la historia nos ha enseñado que nadie puede detener el progreso alcanzado en las últimas décadas a través de situaciones complejas como la crisis energética de 1973, la Guerra del Golfo de 1990, los atentados a las Torres Gemelas de 2001, la crisis financiera de 2008, la crisis del euro, la crisis griega, el Brexit, hasta la pandemia de 2020 y el reciente estallido del conflicto entre Rusia y Ucrania.

A pesar de ello, en los últimos 60 años el PIB mundial, sin contar la inflación, ha pasado de poco más de 10.000 billones a casi 87.000. El análisis resultante es que la economía, asociada al progreso, se adapta a todo tipo de contexto; y los mercados bursátiles, que representan la economía real, son la herramienta más adecuada para generar riqueza: independientemente del precio que se opere en los mercados mundiales (diversificando activos), mantener la inversión durante el tiempo establecido invariablemente generará resultados positivos. Los acontecimientos recientes demuestran lo arriesgadas que son las ventas causadas por la ansiedad. Además del deseo de vender por miedo, existe el riesgo de la ilusión de capacidad, el intento de "jugar" en el mercado con la certeza de saber cómo aprovechar el momento oportuno para comprar o vender.

La historia nos enseña que el largo plazo es rentable, y las series de índices demuestran con evidencia similar que arriesgarse a sabiendas es peligroso y puede perjudicar significativamente el resultado final. Un ejemplo: entre 1993 y 2013, diez mil dólares invertidos en el índice se habrían convertido en casi sesenta mil. Si se eliminaran los diez mejores días de esos veinte años, el resultado se reduciría a la mitad; si se eliminaran los otros cuarenta mejores días, la ganancia se transformaría en una pérdida de casi mil dólares. La reflexión que sigue consiste en considerar cada caída repentina de los mercados como una oportunidad excepcional para lograr excelentes resultados en el futuro. La volatilidad es el principal factor determinante del éxito de nuestras inversiones en términos de rendimiento. Al examinar las principales crisis financieras de los últimos 60 años, desde la Guerra de Vietnam hasta la crisis energética de 1973, el desplome de Wall Street en 1987, la Guerra del Golfo (1990), el atentado a las Torres Gemelas y la crisis de la deuda soberana, podemos deducir que, invirtiendo en situaciones similares a la actual, los resultados en periodos futuros han sido excelentes: +14% a los doce meses; +20% a los 24 meses; +28% a los 36 meses; +55% a los 60 meses y +160% a los 120 meses. ¿La mejor regla a seguir? La estrategia ganadora es la que ya se ha decidido seguir, independientemente de la tendencia del mercado. La planificación, si es adecuada, representa el único factor capaz de generar valor a lo largo del tiempo en un contexto de mercado tan anómalo.
Notizie.it

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