Ese zombi superbonus


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Editoriales
Cifras de Upb y propaganda post mortem. Las malas ideas siguen entre nosotros: Autopsia de un desastre.
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Las ideas económicas a veces son como zombis, siguen circulando incluso después de su muerte. Este es el caso del Superbonus, cuyas virtudes post mortem se están promocionando. Il Fatto Quotidiano, relanzado rápidamente por los M5, interpreta un estudio de la Oficina Parlamentaria de Presupuesto (UPB) a su manera: “ UPB : el 110 por ciento ha aumentado el PIB y el empleo”. Y de nuevo “'Más deuda, poco crecimiento', el 'agujero' y otras inexactitudes en la prensa”. La tesis propuesta es, en esencia, que según la UPB, los incentivos a la construcción habrían hecho una gran contribución a la recuperación económica y al crecimiento del empleo, con efectos positivos en las cuentas públicas: “Hoy, gracias a la UPB, también podemos apreciar el impacto del 110 por ciento en el crecimiento pos-Covid y el excelente efecto del dinero gastado por el Estado”. Este no es el caso, obviamente. Bastaría con leer el documento del organismo de control fiscal en su totalidad .
De hecho, la UPB estima que los incentivos a la construcción tuvieron un efecto positivo en el crecimiento durante el período 2021-24 (¡y, por supuesto, tras haber gastado 220 000 millones de euros!), medido en 3 puntos del PIB (+1,5 en 2021; +1,4 en 2022; +1 en 2023; -1 en 2024). El problema radica en que las primas a la construcción costaron unos 220 000 millones, o 11 puntos del PIB: esto significa que el multiplicador fue de aproximadamente 0,3 (la misma estimación del FMI). En la práctica, el Estado gastó 220 000 millones y obtuvo un 60 % de crecimiento: un multiplicador, sí, pero de la deuda. Un mal negocio . No es casualidad que la UPB, en el mismo Informe de Política Presupuestaria, señale que en el trienio 2025-27 la deuda pública aumentará en 4,6 puntos (unos 100 000 millones) precisamente por los efectos del Superbono: se trata de los créditos que vencen gradualmente. En resumen, el escaso crecimiento ya ha quedado atrás, mientras que las numerosas deudas por pagar aún están por delante. Según las estimaciones del Documento de Finanzas Públicas (DFP), este año se alcanzará el pico: el impacto en efectivo de los bonos de construcción ascenderá a 40 000 millones de euros . Este es el abismo en las cuentas públicas que solo los entusiastas de la economía zombi no pueden ver.
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