Las empresas de telecomunicaciones reabren negociaciones para renovar su contrato laboral.

El sector de las telecomunicaciones está reabriendo las negociaciones de transformación para renovar el convenio colectivo nacional, que expiró a finales de 2022, hace más de dos años y medio, y que afectaba a aproximadamente 200.000 trabajadores. Asstel, la asociación Confindustria que representa a los operadores del sector, y los sindicatos (Slc Cgil, Fistel Cisl, Uilcom Uil) se reunieron en sesión plenaria para reanudar el diálogo interrumpido a finales del año pasado. La reunión se produjo tras un período de tensión que culminó en una huelga de trabajadores a finales de marzo y una huelga inicialmente convocada y posteriormente retirada en julio. Sin embargo, también se han producido algunos cambios, como el ocurrido en la cúpula de Asstel, donde se ha nombrado a Pietro Labriola, director general de TIM.
Las partes se despidieron con espíritu constructivo, definiendo una agenda muy intensa para septiembre, con varias reuniones ya previstas: las reuniones del Grupo Técnico de Trabajo “Transformación del Empleo” tendrán lugar los días 10 y 22 de septiembre, y una nueva sesión plenaria tendrá lugar el 29 de septiembre.
La reunión se centró en un contrato que regirá una fase de transformación significativa, incluyendo la entrada estructural en el sector de la inteligencia artificial, que traerá consigo cambios organizativos y nuevos roles profesionales. En los últimos años, se han abordado cuestiones cruciales en este ámbito, garantizando al mismo tiempo cierta estabilidad laboral. Asstel destacó el contenido y los objetivos del Manifiesto para el Crecimiento Digital de Italia, que «representa el marco estratégico para abordar los retos del sector», según un comunicado de la asociación. «El Manifiesto reitera la necesidad de un marco regulatorio justo y competitivo, capaz de garantizar la igualdad entre los operadores tradicionales y los nuevos actores digitales». También destacó la urgente necesidad de que las políticas industriales apoyen las inversiones en infraestructura, mediante una revisión de la asignación de frecuencias con el fin de reducir costes y reconocer al sector como un sector con un alto consumo energético. A continuación, se aborda la cuestión de los centros de llamadas, fuertemente impactados por la digitalización, y la necesidad de promover herramientas modernas de flexibilidad y la formación continua.
Si bien el aspecto económico aún está por resolver, el proceso de reforma regulatoria ya ha avanzado significativamente. Sin embargo, aún quedan varias áreas por definir para implementar plenamente la transformación del sector. Entre ellas, sin duda, se encuentra la revisión del sistema de clasificación del personal, que deberá definir áreas profesionales capaces de garantizar una mayor flexibilidad organizativa y un mayor nivel de empleabilidad. ¿Cómo? Mediante una inversión significativa en formación continua y competencias digitales emergentes, así como mediante el desarrollo de prácticas de trabajo ágiles para mejorar la capacidad de trabajar por objetivos y la actualización de las directrices sobre el uso de los sistemas informáticos. Para Asstel, esta nueva fase de diálogo «marca el inicio de una estrategia para el futuro del sector».
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