El lujo europeo alcanzará los 2,5 billones en 2030, pero se necesita un impulso de la UE

Casi mil millones de euros de facturación generada por marcas europeas de alta gama, equivalente al 5 % del PIB comunitario y al 11,5 % de las exportaciones de la UE. Además, dos millones de empleados contribuyen con 410 000 millones de euros al Valor Añadido Bruto de la Unión.
El informe “La contribución de los sectores culturales y creativos de alta gama a la economía europea”, elaborado por la Alianza Europea de Industrias Culturales y Creativas de Alta Gama (ECCIA), de la que Altagamma es uno de los miembros fundadores junto con Bain&Co, y presentado en Bruselas en el Parlamento Europeo el miércoles 2 de julio, describe un sector clave para la economía europea y el lujo mundial —representa el 70% del sector, con un pico del 84% en la automoción y del 80% en los bienes de lujo— que enfrenta desafíos decisivos en este momento histórico. La intensificación de las tensiones geopolíticas contribuye a agravar la inestabilidad; el posible aumento de aranceles hacia Estados Unidos y las políticas comerciales proteccionistas de China ponen en riesgo a dos clientes clave que, en conjunto, absorben hasta el 40% del valor total del mercado del lujo. Esto podría generar 350 millones de nuevos consumidores decisivos para el sector.
Esta es la segunda edición del informe que presentamos al Parlamento Europeo. Creemos que la relación con la UE es clave en este momento y para nuestra industria —explica Stefania Lazzaroni, CEO de Altagamma—. Las cifras demuestran claramente no solo la relevancia del sector a nivel europeo, sino también su gran potencial. Basta con pensar que invierte hasta el 3 % de su facturación en sostenibilidad y hasta el 5 % en formación. Sin embargo, deben darse las condiciones para que este potencial se materialice: el sector de alta gama se percibe como capaz de navegar por sí solo, pero el 80 % de las empresas que lo componen son pymes de la cadena de suministro que atraviesan muchas dificultades en la actualidad. Por lo tanto, es necesario un apoyo específico.
En concreto, entre 2019 y 2024, los ingresos de la industria europea del lujo aumentaron un 3% de media, alcanzando los 986.000 millones de euros, con picos del 11% en el sector náutico (con un valor de 9.000 millones) y del 6% en el de bienes personales (hasta 289.000 millones) y en el de alimentación (alrededor de 36.000 millones). En este periodo, a pesar de la pandemia, el sector creó 160.000 empleos, con una tasa de crecimiento anual compuesta (TCAC) del 1,3%, frente al 0,7% del mercado laboral. Sin embargo, las perspectivas actuales son diferentes: las últimas estimaciones de Altagamma y Bain, publicadas a mediados de junio, prevén una disminución, para 2025, del mercado de bienes personales de lujo de entre el 2% y el 5%.
El reto, es decir, duplicar con creces el valor del lujo europeo en cinco años a partir de un momento tan crítico, es ambicioso. Y también desde esta perspectiva, Eccia ha presentado en Bruselas una serie de recomendaciones relacionadas con la implementación de políticas que, de forma más o menos directa, apoyarán al sector: el fortalecimiento de la Ley de Servicios Digitales y la introducción de legislación específica contra la falsificación; la protección de la experiencia del consumidor y su confianza mediante, por ejemplo, la lucha contra las ventas no autorizadas; la promoción de la sostenibilidad en bienes y servicios de alta gama, garantizando un plazo de 36 meses para adaptarse a las nuevas obligaciones; el apoyo a la artesanía y el desarrollo de habilidades; y, por último, pero no menos importante, el fortalecimiento del comercio y el turismo facilitando, por ejemplo, la emisión de visados.
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