Jonathan Anderson diseñará todas las colecciones de Dior

Una palabra resuena en el comunicado de prensa publicado esta mañana por la maison Dior para anunciar finalmente, tras meses y meses de especulaciones, chismes e indiscreciones, el nombramiento de Jonathan Anderson como director artístico de las colecciones femenina, masculina y de Alta Costura –la primera vez que esto ocurre de la mano del propio Monsieur Dior– de la joya más brillante del portafolio de LVMH, el mayor grupo de lujo del mundo, con más de 81.000 millones de ingresos en 2024: la palabra es empatía. Es sorprendente porque la empatía es una cualidad más necesaria que nunca, pero que en gran medida se descuida, si no se vilipendia, en el mundo actual, desde el microcosmos de la moda hasta los sistemas más elevados (gracias, Elon Musk); Da que pensar porque la empatía no es una característica que pueda asociarse de forma inmediata y mínima al trabajo actual de esta titánica y fría casa de moda ni, podríamos decir, al trabajo, hasta ahora, de su nuevo director artístico. Por supuesto, hablamos de aposiciones que se refieren a la obra, no a las personas.

Sea como sea, la palabra parece anunciar un bienvenido cambio de ritmo y confirmar que Anderson, de cuarenta años, el talento más brillante de su generación, igualmente ambicioso, no tiene la intención de proceder con fórmulas, como muchos de sus colegas que hacen lo mismo allá donde van, con un precio diferente, sino reflexionar sobre las especificidades de la marca para evolucionarla. Anderson se unió al grupo hace once años, cuando asumió la dirección creativa de Loewe, transformando una casa augusta pero polvorienta en una marca cultural que ha revitalizado la idea de la artesanía y lo hecho a mano de una manera moderna, saltándose la retórica reaccionaria de la artesanía falsa y convirtiéndose en lo más interesante del mercado en este momento. Que las habilidades de Anderson requerían un laboratorio más grande y medios más generosos era evidente, y el paso a Dior fue casi una consecuencia.

La afinidad está ahí: la arquitectura de las formas, la pureza que no excluye la decoración; una cierta androginia. Sin embargo, con el prestigio aumenta el nivel de desafío: si en Loewe Anderson fue capaz de inventar un lenguaje desde cero, en Dior tendrá que lidiar con códigos profundamente arraigados, a los que se enfrentaron todos sus predecesores. El éxito comercial del trabajo de Maria Grazia Chiuri, su predecesora, en las colecciones femeninas y de alta costura, le obligó inmediatamente a acertar con la fórmula. No le falta visión ni determinación, y eso nos da esperanza. La espera, en cualquier caso, es corta: el desfile masculino tendrá lugar el 27 de junio y el femenino, en septiembre.

CHRISTIAN DIOR COUTURE ANUNCIA EL NOMBRAMIENTO DE JONATHAN ANDERSON

COMO DIRECTOR CREATIVO DE TODAS LAS COLECCIONES DE MUJER, HOMBRE Y ALTA COSTURA DE LA CASA