Los líderes de los Proud Boys no están satisfechos con los indultos del 6 de enero. Ahora quieren 100 millones de dólares.

Y, como Dios sabía que todos necesitábamos un contrapunto absurdo mientras el telón seguía alzándose en el Reichstag de Occidente, Ella pronunció esto . Del Wall Street Journal :

Los principales líderes del grupo de extrema derecha fueron indultados o sus sentencias conmutadas por el presidente Trump a principios de este año. El viernes, presentaron una demanda en un tribunal federal de Florida alegando que los agentes y fiscales del Buró Federal de Investigaciones (FBI) estaban motivados por animosidad personal contra ellos y sus creencias. La demanda solicita 100 millones de dólares en daños punitivos. Los representantes del Departamento de Justicia no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios. En 2023, Enrique Tarrio, Zachary Rehl, Ethan Nordean, Joseph Biggs y Dominic Pezzola fueron condenados por su participación en la irrupción en el Capitolio. Los fiscales federales en ese momento dijeron que habían dirigido, movilizado y liderado a la turba . Los hombres, excepto Tarrio, estuvieron presentes el 6 de enero, pero negaron estar detrás del ataque. Los jurados los declararon culpables y Tarrio, el presidente del grupo, fue condenado a 22 años de prisión por conspiración sediciosa.

En Los Ángeles, el gobierno acaba de lanzar una incursión militar en una ciudad estadounidense con la excusa expresa de proteger a los agentes del orden, incluso a los matones enmascarados y anónimos del ICE, quienes iniciaron todo el asunto. Y ahora tenemos una demanda de 100 millones de dólares contra quienes agredieron a agentes de policía, causando numerosas bajas y varias muertes, en directo por televisión, con el propósito expreso de agredir a miembros de la legislatura nacional. Y el gobierno no ha hecho ninguna declaración al respecto por el momento.

Se están preparando para resolver esto, igual que lo hicieron con la familia de Ashli ​​Babbitt. Fue asesinada el 6 de enero por un agente del orden público cuya vida fue puesta en peligro por una turba de verdad, dedicada a la detención, y quién sabe qué más, de miembros del Congreso. Una vez que el gobierno resuelva esta nueva demanda, no me cabe duda de que el equipo de la Casa Blanca tiene planes para otras ciudades estadounidenses que, de alguna manera, han incomodado a las arañas en la cabeza del presidente. Ahora somos una nación de Reichstags, y los pirómanos quieren su paga.