El amigo y director de Putin, invitado al Palacio Real de Caserta, genera polémica

Más de tres años después del inicio de la agresión rusa contra Ucrania, en el verano de 2022, los artistas rusos, incluso los más famosos y destacados, se vieron repentinamente ante una difícil disyuntiva: mostrar lealtad a Putin y su guerra o condenar la invasión de Ucrania. Algunos permanecieron alineados con el Kremlin, otros desaparecieron de la escena para no tener que declarar públicamente su postura, y otros, estos pocos, condenaron la agresión. Muchos conciertos fueron cancelados, algunos teatros tuvieron que replantear su programación, se cancelaron eventos: en Europa, apoyar los tanques y las bombas de Putin se había vuelto impensable. Entonces, la atención sobre los artistas alineados se desvaneció, y durante dos veranos ya no se habló de ellos. Hasta hoy.
El director de orquesta ruso Valery Gergiev tiene previsto ofrecer un concierto en el Palacio Real de Caserta el 27 de julio. Gergiev es notoriamente cercano al presidente ruso y apoya sus políticas, incluida la reconquista de territorios ucranianos que el Kremlin reclama como pertenecientes a Moscú. En resumen, apoya la guerra, con las masacres y la destrucción que han devastado Ucrania. Julya Navalnaya, esposa de Alexey Navalny, crítico de Putin que murió en prisión el año pasado, hizo este llamamiento para que se cancelara el evento: "No solo un amigo. Y no solo un partidario. Sino también un promotor de las políticas criminales de Putin, su cómplice y partidario". Preguntó entonces: "¿Cómo es posible que en el verano de 2025, tres años después del inicio del conflicto en Ucrania, Valery Gergiev, cómplice de Putin y persona incluida en las listas de sanciones de varios países, fuera invitado repentinamente a Italia para participar en un festival?".
Valery Gergiev (Ansa)
No está claro por qué, pero inmediatamente se produjo un cortocircuito político: algunos en la mayoría y otros en la oposición estaban a favor, otros en la mayoría y la oposición estaban en contra, con el gobernador de Campania, Vincenzo de Luca, atrapado en el medio. "El arte es libre y no se puede censurar. La propaganda, sin embargo, es harina de otro costal. Por eso, el concierto de Gergiev, amigo de Putin, deseado, promovido y financiado por la Región de Campania, corre el riesgo de enviar un mensaje equivocado", afirma el ministro de Cultura Giuli. El Partido Demócrata y Calenda también piden la cancelación de la actuación del "propagandista del zar", pero el gobernador de Campania se mantiene firme por ahora: "No pretendemos aceptar ninguna lógica de exclusión o interrupción del diálogo, porque esto no contribuye a la paz", sostiene. La Liga coincide: "Impedir que un director de orquesta traiga su arte a nuestro país nos convertiría en iguales a aquellos contra quienes verbalmente queremos luchar", observa el subsecretario Sardone.
Más allá de los motivos de la inapropiada invitación, no está claro si la reacción política tiene algo que ver con las próximas elecciones regionales en Campania, en las que De Luca, que no puede ser reelegido, jugará sin embargo un papel clave.
Rai News 24