León XIV: «Basta ya de producir armas». Parolin: 'Se está trabajando para un encuentro presencial entre el Papa y Vance'

Mi ministerio comienza en el corazón de un Año Jubilar, dedicado especialmente a la esperanza. Es un tiempo de conversión y renovación, y sobre todo una oportunidad para dejar atrás las disputas y emprender un nuevo camino, animados por la esperanza de poder construir, trabajando juntos, cada uno según su propia sensibilidad y responsabilidad, un mundo en el que cada persona pueda realizar su humanidad en la verdad, la justicia y la paz. El Papa lo afirmó y añadió: «Espero que esto pueda suceder en todos los contextos, empezando por los más difíciles, como Ucrania y Tierra Santa».
En declaraciones a los diplomáticos, el Papa reiteró también el llamamiento de Bergoglio a detener la carrera armamentística, subrayando la importancia de la "voluntad de dejar de producir instrumentos de destrucción y de muerte", así como una "sincera voluntad de diálogo" para "erradicar las premisas de todo conflicto".
Es posible «erradicar las premisas de todo conflicto y todo afán destructivo de conquista. Esto también requiere un sincero deseo de diálogo, animado por el deseo de encuentro en lugar de enfrentamiento. En esta perspectiva, es necesario revitalizar la diplomacia multilateral y las instituciones internacionales que fueron concebidas, sobre todo, para resolver las controversias que pudieran surgir en el seno de la comunidad internacional. Por supuesto, también es necesaria la voluntad de dejar de producir instrumentos de destrucción y muerte», añadió el Papa León.
El Pontífice recordó su historia que es en sí misma una voluntad de "ir más allá de las fronteras". Dirigiéndose al cuerpo diplomático, Leone declaró: «Además de ser una muestra concreta de la atención de sus países a la Sede Apostólica, su presencia hoy es para mí un don que les permite renovar la aspiración de la Iglesia, y la mía propia, de llegar y abrazar a cada pueblo y a cada persona de esta tierra, deseosa y necesitada de verdad, justicia y paz. En cierto sentido, mi propia experiencia vital, desarrollada entre Norteamérica, Sudamérica y Europa, es representativa de esta aspiración de cruzar fronteras para encontrarnos con diferentes personas y culturas».
En su discurso, el Papa también pidió invertir en la familia, fundada en la unión estable entre el hombre y la mujer, una sociedad pequeña pero verdadera, anterior a cualquier sociedad civil. Además, nadie puede evitar promover contextos en los que se proteja la dignidad de cada persona, especialmente de las más frágiles e indefensas, desde los no nacidos hasta los ancianos, desde los enfermos hasta los desempleados, ya sean ciudadanos o inmigrantes.
ansa