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Tumores, en Milán la primera intervención de termoablación realizada con resonancia magnética

Tumores, en Milán la primera intervención de termoablación realizada con resonancia magnética

Se trata de la primera intervención de este tipo realizada en Italia, con resultados más que satisfactorios: se trata de la termoablación con microondas guiada por resonancia magnética, una técnica quirúrgica mínimamente invasiva para el tratamiento, en este caso, del cáncer de hígado. La novedad reside en el uso de la resonancia magnética, ya que permite extender este tipo de intervención potencialmente a todos los tumores sólidos en estadios iniciales y a las metástasis.

La técnica representa, según el grupo de radiólogos del Policlínico de Milán, donde se realizó la operación, «un avance importante en la cirugía tumoral locorregional, que abre nuevos escenarios para la radiología intervencionista, con la transformación de una tecnología habitualmente dedicada al diagnóstico (es decir, la resonancia magnética, ed. ) en una herramienta quirúrgica de alta precisión». Un caso, en resumen, en el que un instrumento utilizado hasta ahora solo para el diagnóstico también demuestra su utilidad y precisión para el tratamiento de diversos tipos de tumores de forma mínimamente invasiva.

¿Qué es la ablación térmica?

Como su nombre indica, la ablación térmica es una técnica mínimamente invasiva que se utiliza para destruir células tumorales mediante calor. Se utiliza principalmente para tratar tumores sólidos en órganos como el hígado, los pulmones, los riñones y los huesos. El procedimiento consiste en insertar una aguja o sonda directamente en el tumor, sin necesidad de bisturí. La punta de la aguja emite calor a alta temperatura en forma de ondas electromagnéticas de radiofrecuencia o microondas, luz láser o incluso ultrasonido focalizado.

"Tradicionalmente, este tipo de tratamiento se realiza con guía ecográfica o tomográfica", explica Gianpaolo Carrafiello , director de radiología del Policlínico de Milán y catedrático de la Universidad de Milán. "Sin embargo, estas modalidades de imagen nos permiten intervenir únicamente en tumores visibles con estas tecnologías, excluyendo así muchas otras lesiones indetectables. La resonancia magnética, en cambio, nos permite identificar casi todos los tumores".

Además, explica el experto: en comparación con la tomografía, la resonancia no expone al paciente a radiación ionizante y proporciona imágenes de mucha mayor calidad, lo que permite guiar la inserción de la aguja con precisión milimétrica. «El procedimiento que realizamos», enfatiza, «es una revolución en el tratamiento de las neoplasias».

De frío a calor

Hasta ahora, en Italia, la cirugía oncológica guiada por resonancia magnética se ha realizado casi exclusivamente mediante crioablación, una técnica que utiliza frío para congelar el tumor e inducir la necrosis. Ahora, las perspectivas son mucho más amplias, con nuevas opciones de tratamiento para un gran número de pacientes, quienes tendrán acceso a un procedimiento menos invasivo que la cirugía tradicional, con tiempos de recuperación más cortos y mayor seguridad.

¿Cuándo se puede realizar la termoablación?

La ablación térmica está especialmente indicada cuando el tumor es pequeño (generalmente menor de 3-5 cm), si la cirugía no es posible o recomendable, si existen contraindicaciones para otros tratamientos como la quimioterapia o la radioterapia, o si se requiere un tratamiento localizado y dirigido. Además de ser mínimamente invasiva, sus ventajas son que es poco dolorosa, a menudo se puede realizar con anestesia local, permite una rápida recuperación del paciente y puede repetirse, incluso en combinación con otros tratamientos.

«El tratamiento con microondas de tumores primarios como el de nuestro paciente y de metástasis hepáticas –prosigue el clínico– se ajusta a las directrices internacionales y representa, en el caso de tumores primarios, la primera opción terapéutica para neoplasias en fase inicial o muy inicial».

Ahora necesitamos un protocolo (y agujas compatibles)

El objetivo —continúa Carrafiello— es que cada vez más hospitales puedan realizar el procedimiento con este enfoque pionero. Para ello, se necesita la resonancia magnética de alto campo, ya generalizada en Italia, y materiales no magnéticos, como agujas, que deben poder acercarse a la máquina sin afectar la precisión de la imagen ni la seguridad del paciente.

La particularidad de nuestro tratamiento reside en el uso de estas agujas compatibles con la resonancia magnética. Con esto en mente, queremos crear un protocolo de procedimiento que permita a todos los centros que cuentan con este equipo utilizarlo como guía en estas intervenciones. Esto significaría poder tratar muchos tumores de forma precisa y mínimamente invasiva, no solo de hígado, sino también de riñón, pulmón y páncreas.

Como siempre, el enfoque multidisciplinario fue esencial: la intervención se llevó a cabo gracias a la colaboración entre radiólogos, radiólogos intervencionistas, hepatólogos y anestesistas. «Esta intervención demuestra el compromiso concreto del Policlínico de Milán con la innovación en todos los ámbitos», concluye Matteo Stocco , director general del hospital milanés. «Desde la inteligencia artificial aplicada a la práctica clínica y la gestión hospitalaria, hasta las tecnologías más avanzadas de radiología intervencionista».

repubblica

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