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Amigos de Monkole lleva 'elikia' (esperanza) a las mujeres del Congo para que el cáncer de útero deje de ser tan mortal

Amigos de Monkole lleva 'elikia' (esperanza) a las mujeres del Congo para que el cáncer de útero deje de ser tan mortal

A primeros del mes de mayo Silvia Carlos, profesora de medicina preventiva y salud pública en la Universidad de Navarra, se desplazó hasta Eliba, un suburbio rural de Kinsasha, la capital de República Democrática del Congo. En el centro de salud de esta barriada humilde a la que no llegan ni los coches por el barro acumulado durante la temporada de lluvias le esperaba un grupo de mujeres. Congregadas en el centro de salud local, todas muy jóvenes, aunque muchas ya viudas, acudían al encuentro de la doctora española en busca de 'elikia', que significa "esperanza" en lingala, y da nombre al proyecto solidario de cribado de cáncer de cuello de útero que la Fundación Amigos de Monkole lleva siete años implementando en el país africano.

"Las ves allí a todas con lo poco que tienen, pero confiando en que no estén infectadas, que no tengan lesiones precancerosas, ni cáncer. Pero sabiendo que si tuvieran infección o lesiones este proyecto les da esa pequeña esperanza de evitar que evolucione a un cáncer", cuenta la doctora Silvia Carlos a su regreso del Congo.

Equipo de voluntarios y médicos del Programa Elikia, en Congo.
Equipo de voluntarios y médicos del Programa Elikia, en Congo.
CEDIDA

En el centro de salud de Eliba —clínica abierta con donativos de la Fundación Amigos de Monkole, creada para ayudar a implementar salud pública en un barrio del mismo nombre de Kinsasha— las mujeres se hacen ellas mismas el día que las visita la doctora una toma vaginal con un hisopo para detectar si son portadoras del virus VPH, cuyo resultado podrán saber en el mismo día.

"Lo importante es que todas las mujeres de Congo se puedan poco a poco ir beneficiando de un, de un cribado que al final salva vidas"

El de cuello de útero es el cáncer más frecuente entre las mujeres en Congo y el causante de mayor mortalidad. "Es un verdadero problema de salud pública", dice Silvia Carlos, coordinadora del proyecto que puso en marcha el ginecólogo español Luis Chiva em el año 2017 para extender la prueba de diagnóstico de VPH con el objetivo, explica la doctora Carlos, de "poner nuestro granito de arena para evitar que haya mujeres que acaben muriendo por un cáncer que es prevenible".

El microbiólogo Gabriel Reina forma parte del equipo del Proyecto Elikia y se encuentra ya preparando el que será su tercer viaje al corazón de África. Irá con un equipo de voluntarios para la campaña veraniega de cribados en la clínica de Monkole, un suburbio de la superpoblada Kinsasha.

"Allí lo que hemos visto es una frecuencia de infección por el virus del papiloma elevadísima, de un 25 % aproximadamente. Y eso va en paralelo es el impacto del cáncer de cuello de útero, que es la primera causa de muerte por cáncer en mujeres del país, cuando en España no está ni entre las 20 primeras causas. Esto es así porque en Congo no se hace ningún tipo de prevención", destaca Reina.

Mujeres acuden a la clínica Monkole a realizarse autotest de VPH para prevenir el cáncer de cérvix.
Mujeres acuden a la clínica Monkole a realizarse autotest de VPH para prevenir el cáncer de cérvix.
CEDIDA

Muchas "mamás" congoleñas, que así llaman a las mujeres en Monkole, acuden a la clínica avisadas por vehículos con altavoces que recorren los barrios sin luz ni agua de la capital. Otras porque, desgraciadamente, tienen amigas o familiares afectadas por cáncer de cérvix. Los voluntarios españoles verán y testarán a entre 50 y 100 mujeres cada día.

Las pruebas PCR del papiloma (VPH) que Reina llevará a Congo este verano cuestan 15 euros cada una. "Pero hemos tratado de darle una vuelta de tuerca a la forma de trabajar y hacemos lo que se llama 'pooling de muestras', que es mezclar muestras de tres pacientes para de esta forma invertir 5 dólares por mujer. Los casos negativos los puedes resolver así. En los casos positivos tienes que definir cuál de las tres muestras que has utilizado es positiva haciendo una prueba individual. Aplicando esa sistemática hemos conseguido reducir el coste a 9 o 10 dólares por mujer cribada", explica.

Desde hace un par de años, además, con ayudas y subvenciones de Amigos de Monkole, el proyecto Elikia ha podido formar a un equipo pequeño de sanitarios locales que realiza pruebas el resto del año. Este equipo mantiene reuniones semanales por videoconferencia con Silvia Carlos para coordinar los resultados de las pruebas. "Lo importante es que todas las mujeres de Congo se puedan poco a poco ir beneficiando de un cribado que al final salva vidas", defiende Reina.

El objetivo que se han marcado es que en diez años en el área de Monkole se consiga disminuir los casos de cáncer de cuello uterino de 30 a 4-6 por 1000.000 habitantes. Eso convertiría el hospital en un modelo nacional de salud preventiva, eficacia y solidaridad.

El enlace entre el hospital de Monkole y España es Enrique Barrio. Profesor en Vallecas, es presidente y fundador de Amigos de Monkole. La primera vez que Barrios visitó el suburbio de la capital congoleña fue en el año 2003 gracias a un amigo doctor, que le llamó para contarle que "se le morían los niños por falta de medicinas". Así fue como decidió crear la fundación que, después de la pandemia, ha conseguido enviar 400.000 euros anuales y voluntarios para ayudar al hospital que está especializado en la atención a mujeres embarazadas y a niños con raquitismo.

La coordinadora del Proyecto Elikia, Silvia Carlos, explica que de las pruebas realizadas en mayo en la clínica rural Elibia, la de difícil acceso, el 20% dieron positivo en infección por virus de papiloma humano (VPH). A quienes encontraron lesiones precancerosas se les pudo realizar un tratamiento precoz en el momento. Pero algunas mujeres llegaron en estados más avanzados. A ellas se les ofrece la posibilidad de tener acceso a una cirugía cuando llegue el equipo de voluntarios de verano, en el que viajan el microbiólogo Gabriel Reina y, al menos, una ginecóloga. "Confiamos en que sí. La idea es aprovechar y hacer las intervenciones". Esa es esperanza, la 'elikia', que las mujeres han ido a buscar.

20minutos

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