Avanza el proceso de relevo en la Universidad de Sonora

Sonora Power
HERMOSILLO.- El proceso para elegir a quien dirigirá a la Universidad de Sonora los próximos 5 años está en marcha.
Solo se inscribieron 6 aspirantes que cumplen los requisitos de la convocatoria, en este caso los académicos Dena María Jesús Camarena Gómez, Cuauhtémoc González Valdez, Aarón Aurelio Grageda Bustamante, María Elena Robles Baldenegro, Ezequiel RodríguezJáuregui y Judith Celina Tánori Córdova, de acuerdo con el reporte que ofreció la comisión electoral de la institución.
El tema no es menor y marca la agenda política en Sonora en la fase previa a las definiciones de los perfiles que irán por la gubernatura en el 2027.
En Sonora, la Universidad se ha convertido en una suerte de botín político, grupos de poder identificados con el gobernante en turno, siempre han buscado incidir sobre la política interna y controlar las diversas instancias de esta que es considerada la máxima casa de estudios en la entidad.
En este caso, hay tres perfiles ampliamente identificados con la Cuarta Transformación en específico, Cuauhtémoc González es un activo de las fuerzas de la izquierda que a través de la unidad de acción universitaria, promovió la visión de democratizar y transformar a la Universidad.
Por la otra parte, Judith Tanorí, acaba de dejar el cargo como diputada federal. En este caso suplente de quien era titular, Wendy Briseño Zuluaga, quien tomó licencia para integrarse al gabinete de gobierno de Alfonso Durazo como secretaria de desarrollo social, cargo que después dejó para buscar la dirigencia del partido Morena, objetivo en el que falló, pues fue electo en su lugar Judith Armenta.
Aaron Grajeda, en este caso fue secretario de educación y cultura en el estado De Sonora en la primera mitad del sexenio de Alfonso Durazo, sin embargo, debió dejar el cargo bajo fuertes señalamientos de corrupción, lo que sin duda ha disminuido sus bonos y posibilidades de acceder al cargo.
Ezequiel Rodríguez es un integrante de la escuela de física de la misma universidad, lo cual le da credenciales particulares, en este momento forma parte de el llamado ‘Grupo de los químicos’ que por años tuvo el control del alma máter, sin embargo, esta situación se perdió bajo el actual mandato de la rectora Rita María Plancarte, que fue académica del área de letras.
La aspirante Ana María Camarena es considerada la candidata del actual status quo universitario y se presenta justamente a la contienda a partir de la visión que se tiene de qué de muchas maneras la actual rectoría controla al colegio universitario.
De María Elena Robles se maneja una visión más o menos similar.
El tema es que la Universidad de Sonora es demasiado importante y tiene demasiado peso político en la entidad como para dejarla suelta de tal suerte que grupos identificados con el PRI con el PAN, y evidentemente con el partido Morena, están buscando hacerse con el control de la máxima casa de estudios de Sonora, en búsqueda, justamente de tener una cabeza de playa que permita en muchos niveles influir en el proceso político electoral que se asoma.
El gobernador Alfonso Durazo ha manifestado que él no tiene un candidato o candidata definidos para entrar en el proceso, sin embargo, es su inquietud lograr que el proceso de elección al interior de la institución corra bajo los criterios de la nueva ley 169, y que al final de cuentas, el resultado sea indiscutible e inexcusable, es decir que la elección de nuevo rector o rectora, no termine por alborotar el gallinero de la de por sí agitada, situación política que se presenta de cara al proceso político electoral del 2027.
Por supuesto, las apuestas comienzan a correr en Sonora y se habla con mucha claridad de que aquí quien lleva las de ganar es el aspirante Cuauhtémoc González, pues cuenta con apoyo en la comunidad académica en los sindicatos, y es muy popular entre los estudiantes del área de ciencias sociales.
El detalle solamente es que está prueba se trate de un proceso que refleje verdaderamente la voluntad de la comunidad universitaria, y que no sea un pequeño grupo de iluminados, en este caso agrupados en el colegio universitario, quienes tomen la decisión por toda una comunidad que abarca a más de 45,000 individuos.
Lo dicho, el sueño de la Universidad de Sonora está en marcha.
Correspondencia a [email protected] | X: @Demiandu
#SonoraPower
sdpnoticias