Interés nacional

El interés nacional, definido por los intereses del Estado en España, se centra actualmente en el aumento del gasto en defensa, la ley de Amnistía al independentismo catalán, el incremento del gasto en vivienda de protección oficial y la respuesta a la inmigración ilegal y a las olas migratorias.
El Gobierno impulsa estas grandes cuestiones de interés general o público con el objetivo de no quedar fuera del concierto internacional de defensa marcado por la OTAN y la UE, responder a las demandas de las instituciones catalanas, afrontar la crisis de vivienda en España –que está movilizando a la ciudadanía–, evitar la brecha social entre quienes pueden y quienes no pueden pagar o alquilar una vivienda digna y plantear un escenario de regularización de la inmigración. El interés nacional está siempre sujeto a la ley y a la búsqueda de grandes acuerdos de Estado, que permite fijar posiciones duraderas en el tiempo.
PSOE y PP no están enfrentados en los asuntos prioritarios de interés nacional, sino en la manera de abordarlosAunque pueda parecer lo contrario, existe un amplio acuerdo político de fondo entre el PSOE y el PP para afrontar estas cuestiones. El PP, más allá de sus intereses partidistas, considera que España no puede quedar fuera del gran consenso europeo sobre el aumento del gasto en defensa. Respecto a la ley de Amnistía –a la que se ha opuesto desde el principio–, ha considerado que puede aportar estabilidad política al país, ofreciendo una salida al independentismo. Su posicionamiento frente a la escasez de vivienda pública, según los datos del sector, le lleva a plantear soluciones distintas a las del Gobierno, pero comprometiéndose a buscar una respuesta estructural y duradera. Y coincide con el Ejecutivo sobre la importancia de la colaboración europea para gestionar los flujos y el respaldo a la inmigración legal como vía para cubrir las necesidades del mercado laboral.
PSOE y PP no están enfrentados en los asuntos prioritarios de interés nacional que España debe priorizar; lo que enfrenta a ambos partidos es la manera en que deben ser abordados. La cuestión que el PP utiliza para desgastar al Gobierno y captar la atención de la ciudadanía es la regeneración política, para evitar que el país quede a merced de un poder discrecional que actúe fuera de la legalidad.
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La crisis –o parálisis– del Ejecutivo no se debe a diferencias de fondo con el PP, sino al riesgo de que se consolide en la sociedad la percepción de que ya no está en condiciones de gobernar tras las acusaciones sobre prácticas ilegales del partido. La estrategia de tensión entre ambos partidos no se dirime en los grandes asuntos de Estado, sino que ambos utilizan la estrategia del escándalo útil para lograr la alternancia en el poder.
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