La impresionante playa rodeada de montes verdes: arena fina,dunas y aguas cristalinas

El norte de España es un lugar idílico para todos los que buscan huir del calor estival y pasar unas vacaciones de verano o hacer una escapada de fin de semana, y es que en Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco hay maravillosas playas en las que se respira la más absoluta tranquilidad. A pesar de que haya arenales increíbles en la zona más septentrional de la Península Ibérica, pocos se pueden comparar con la playa de Oyambre.
Este impresionante enclave cántabro es todo un edén para los que buscan relajarse durante unas horas en un entorno apasionante, y es que esta extraordinaria playa se ubica en un parque natural asombroso que está bañado por el Cantábrico. Kilómetros de arena fina, dunas, marismas y montes repletos de vegetación conforman este paraíso costero que es perfecto para combatir las altas temperaturas estivales.

La magnífica playa de Oyambre se ubica entre los municipios cántabros de San Vicente de la Barquera y Valdáliga, y aunque esté más cerca del primero que del segundo, lo cierto es que los habitantes de toda la zona se acercan a este maravilloso enclave de dos kilómetros de arena dorada y fina, que contrastan con el intenso azul de las aguas del Cantábrico. Eso sí, esta playa es tremendamente especial debido al impresionante entorno en el que se enclava: el Parque Natural de Oyambre.
Este auténtico paraíso natural alberga auténticos tesoros, y algunos de ellos se encuentran circundando a esta extraordinaria playa. Mientras que está flanqueada por montes repletos de vegetación, lo que les confiere un tono verdoso asombroso, el arenal también está rodeado de unas increíbles dunas que tienen una importancia biológica enorme. Además, justo a su lado se ubican unas extraordinarias marismas que hacen de este enclave un punto apasionante.

La Ensanada de la Rabia se extiende más allá de la vista de los bañistas que acuden a este bucólico lugar cántabro, el cual maravilla a todos y cada uno de los curiosos que ponen un pie en él. Por ello, quienes deseen disfrutar de unas horas de tranquilidad mientras contemplan una estampa de lo más excelsa, tienen en la playa de Oyambre uno de los lugares idóneos para poder hacerlo.
Este fantástico arenal se encuentra a unos 50 minutos por carretera de la ciudad de Santander. Si se quiere ir desde la capital de Cantabria, es necesario encarar la A-67 para después, a la altura de Torrelavega, proseguir el camino por la A-8. Posteriormente, se debe tomar la salida por la N-634, y tras unos kilómetros, tomar el desvío por la CA-131; por último, hay que enfilar la CA-236 para llegar al arenal.
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