Labubu, el peluche que revela la recesión global disfrazada de ternura

En un mundo donde los lujos tradicionales se vuelven inalcanzables, Labubu —una figura de vinil con estética de gremlin adorable— se ha vuelto la “mascota del momento” en medio de un ecosistema económico cansado y precarizado. Vendido en cajas sorpresa (“blind boxes”), este personaje creado por la marca china Pop Mart se ha transformado en un fenómeno de consumo emocional: lo suficientemente barato para no sentirse culpable, pero lo bastante especial como para brindar una dosis de dopamina. Aunque parecía que iba a ser solo una moda pasajera de unos meses, ha perdurado en el tiempo y otras marcas han tratado de replicar su éxito, que bien pudiera recordar a la ansiedad infantil que muchos sienten o sintieron en su niñez al abrir un Kinder Sorpresa.
¿Qué es un Labubu y cuánto cuesta?Labubu es parte de la serie “The Monsters” de Pop Mart. Su aspecto mezcla lo tierno con lo inquietante, y su empaque aleatorio hace que cada compra se sienta como una mini lotería emocional. En México, el precio de un Labubu auténtico —pues ya pululan las copias en varios tienguis y páginas webs— varía entre 300 y 700 pesos en su versión estándar, mientras que ediciones especiales o peluches grandes pueden superar los 6 mil pesos. En reventa, algunos modelos se disparan hasta los 10 mil pesos.
El lujo discreto en tiempos de crisisLos economistas lo llaman el “efecto lipstick”: cuando hay recesión, la gente no deja de consentirse, solo reduce el tamaño de esos gustos. En lugar de bolsos de diseñador, ahora se compran peluches premium. En este contexto, Labubu encarna el “recession-core”: un objeto de lujo miniaturizado para una generación que quedó fuera del acceso a los grandes lujos.
“En un mundo donde el lujo parece fuera de alcance, Labubus se han vuelto un símbolo silencioso de agotamiento económico”, dice el artículo original de Mille. La indulgencia se vuelve micro, el deseo se empaqueta, y el alivio emocional viene en una caja ciega.
¿Capitalismo cute o explotación emocional?Detrás del encanto, hay un sistema que convierte la ansiedad colectiva en ganancias récord. Pop Mart, la empresa detrás del fenómeno, logró que su CEO, Wang Ning, ganara 1.6 mil millones de dólares en un solo día gracias a la venta masiva de estas figuras. Como señala el artículo, “suena distópico, y lo es”.
Comprar un Labubu, más que una moda, se ha convertido en una especie de ritual de auto-consuelo en un sistema económico que no solo explota el trabajo, sino también el deseo. “La crueldad del capitalismo tardío es que no solo explota el trabajo, coloniza el deseo”, sentencia el texto en el que se cuestiona a los amantes del consumismo que la próxima vez que veas uno de estos muñecos asomando desde una mochila, recuerda: no es solo un peluche. Es un totem de fragilidad económica, dopamina digitalizada y desplazamiento del consumidor.
Precios aproximados de Labubu:- Blind box estándar (figura pequeña, 7-10 cm): entre 300 y 700 pesos
- Ediciones limitadas o raras: desde 1,000 hasta 3,000 pesos mexicanos
- Peluches grandes o ediciones especiales tipo “Tasty Macaron” o “Time to Chill”: pueden costar hasta 6,000 o 7,000 pesos
- Reventa o versiones agotadas: algunos Labubu se subastan o revenden en sitios como eBay y Mercado Libre o por más de 10,000 pesos
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