México rompió récord de lluvia en junio debido a los ciclones tropicales

El mes de junio de 2025 quedó registrado como el más lluvioso en México desde que existen datos oficiales, de acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional (SMN). Con una precipitación acumulada de 155.5 milímetros, el país experimentó un incremento de 55.8% por encima del promedio nacional establecido entre 1991 y 2020. Este fenómeno histórico se debió a la presencia de múltiples sistemas meteorológicos, entre ellos, ciclones tropicales, canales de baja presión y ondas tropicales que provocaron lluvias persistentes en gran parte del territorio.
El promedio nacional de lluvias para el mes de junio, según el periodo climatológico 1991-2020, es de 99.8 mm. Sin embargo, en junio de 2025 se registraron 155.5 mm, lo que representa un superávit de 55.7 mm. Esta cifra posiciona al mes como el más lluvioso desde que comenzó el registro histórico en 1941.
Además de la cantidad de lluvia, el SMN también reportó que junio fue el tercer mes de junio más cálido registrado, lo que evidencia una combinación inusual de temperaturas elevadas y humedad intensa, características propias de climas tropicales.
Entre los principales factores que causaron esta situación está la actividad ciclónica en el Océano Pacífico y el Atlántico. Según el informe del SMN, dos ciclones tuvieron impacto directo en el territorio mexicano:
- Ciclón tropical Barry
- Ciclón tropical Erick
Ambos sistemas aportaron grandes cantidades de humedad, favoreciendo la formación de nubes de desarrollo vertical que produjeron lluvias torrenciales.
Además, otros tres ciclones tropicales, aunque no tocaron tierra directamente, generaron bandas nubosas que se desplazaron de forma paralela a las costas del Pacífico, facilitando el ingreso de vapor de agua al interior del país.
El SMN también señaló que, más allá de los ciclones, la presencia de canales de baja presión y el paso de seis ondas tropicales contribuyeron significativamente al fenómeno.
Estas condiciones atmosféricas se concentraron principalmente en el sur y sureste de México, lo que ocasionó que varias regiones experimentaran lluvias constantes e intensas durante casi todo el mes.
En combinación con las altas temperaturas, estas lluvias se volvieron un factor de riesgo para inundaciones, deslaves y afectaciones agrícolas, especialmente en estados como Chiapas, Oaxaca, Veracruz y Guerrero.
Dentro del reporte del SMN, destaca que el 19 de junio de 2025 fue el día con más lluvia del mes en el país. En esa jornada, se registró una lámina de precipitación de 10.1 mm, una cifra que superó en 6.5 mm el promedio histórico para esa fecha.
Este evento es un claro ejemplo de cómo los efectos del cambio climático y la interacción de varios sistemas meteorológicos pueden converger para intensificar fenómenos naturales que afectan tanto la vida cotidiana como sectores económicos clave, como la agricultura y el transporte.
El hecho de que junio haya sido no solo el más lluvioso, sino también uno de los más cálidos, llama la atención de expertos que señalan que estos extremos pueden ser síntomas del cambio climático global.
La combinación de temperaturas más altas con sistemas que aportan humedad crea un escenario propicio para tormentas más frecuentes e intensas. Estos patrones podrían repetirse en los próximos años, lo que exige una mayor preparación por parte de autoridades y ciudadanía para enfrentar riesgos hidrometeorológicos.
Frente a este tipo de eventos extremos, las autoridades meteorológicas recomiendan:
- Estar atentos a los avisos del SMN y Protección Civil.
- Evitar cruzar ríos o calles inundadas.
- Revisar el estado de las viviendas y sistemas de drenaje.
- Preparar planes de emergencia en zonas propensas a inundaciones o deslaves.
La prevención y el monitoreo constante son esenciales para reducir el impacto de estos fenómenos cada vez más frecuentes e intensos.
El récord de lluvias registrado en junio de 2025 marca un hito histórico en México y pone de relieve la importancia de comprender los efectos del clima extremo. Aunque las lluvias son esenciales para los ecosistemas y la agricultura, su exceso puede derivar en desastres si no se gestionan adecuadamente.
En un contexto donde la actividad ciclónica se intensifica y las temperaturas globales siguen en aumento, es crucial que tanto gobiernos como ciudadanos actúen con responsabilidad y se mantengan informados. La naturaleza está hablando claro: debemos adaptarnos, prepararnos y responder a tiempo.
La Verdad Yucatán