Milei y otro 9 de Julio: el día de la dependencia de la casta

Javier Milei está revisando su caracterización de la casta con la que llegó al poder. Un proceso de introspección crítica impulsado por el comprimido escenario electoral de La Libertad Avanza (LLA) en la provincia de Buenos Aires que, tal vez, lo obligue a una generosidad con algunos de sus representantes que no estaba prevista en su plan original. Sobre todo para las elecciones del 7 de septiembre. Por eso habría dado precisas instrucciones a su hermana Karina para que Sebastián Pareja relaje el acorralamiento al que somete a Cristian Ritondo y le ofrezca una salida digna.
La condición que Mauricio Macri le exige a “Pucho” para cerrar un acuerdo electoral entre el Pro y La Libertad Avanza (LLA). Nueve intendentes del Pro amenazaron anoche con formalizar otro con Evolución Radical, vecinalistas y sectores peronistas luego de que Ritondo postergue sin fecha el Zoom para informarlos de los avances en una conversación estancada hace un mes en el mismo punto muerto. Pareja les exige a esos intendentes que los libertarios hagan y deshagan con la lista de candidatos al Concejo Deliberante, el cuerpo del que depende su gobernabilidad.
Ritondo les pidió tiempo para esa cita. Alegó quedar extenuado por la primera reunión del Consejo de Mayo la noche del miércoles en la Casa Rosada. La situación es tan delicada que Javier Martínez es uno de los cabecillas de la rebelión. El intendente de Pergamino es la vívida representación de Daniel Angelici. Entre otras cosas, a Angelici y a Ritondo los uniría el megaemprendimiento con bingo incluido que se levantará en el barrio Los Naranjos de Escobar con los buenos oficios de su intendente, Ariel Sujarchuk.
A Ritondo se lo sospecha de privilegiar en sus diálogos con Pareja a los intendentes que le reportan: Marcelo Matzkin (Zárate), Fernando Bouvier (Arrecifes) y Juan Ibarguren (Pinamar). Tal es el clima que Guillermo Montenegro (Mar del Plata), pidió reglas claras en la última reunión del Pro bonaerense. Montenegro está a la vanguardia de los que promueven el acuerdo. Patricia Bullrich y parte de su equipo festejaban los supuestos traspiés de Ritondo en el brindis que la embajada de los Estados Unidos convocó el martes por el Día de la Independencia. El acuerdo con el Pro reduciría su participación en las listas de candidatos y pondría en riesgo su permanencia en el Ministerio Seguridad. Ritondo negocia controlar esa cartera. Bullrich sería candidata a senadora nacional en octubre, como una réplica del acuerdo bonaerense, pero acompañada por un nombre propuesto por Macri. La alternativa de ser sucedida por su viceministra, Alejandra Monteoliva, en tándem con su pareja y jefe de Gendarmería, Claudio Brilloni. parece la más difícil. Bullrich preferiría incluso ser sustituida por el número dos de la SIDE, Diego Kravetz, antes que por Ritondo. La enemistad entre ellos quedó sellada por el confuso tiroteo de marzo del 2019 entre agentes de la policía bonaerense y de la Federal en el Acceso Sudeste de Avellaneda. Ritondo era el ministro de Seguridad de María Eugenia Vidal y Bullrich de Macri. El entonces presidente los convocó furioso a su despacho. “El día que la Seguridad deje de ser un problema los dos se van a quedar sin trabajo.”
Una premonición de cumplimiento lejano. Igual que la reunificación del Pro como centro de una tercera vía electoral en la provincia. La propuesta efectuada a Macri por Emilio Monzó. La célula dormida favorita que Sergio Massa despierta en ocasiones especiales como esta, según el entorno del expresidente. Es decir: cuando el acuerdo con Milei parece inminente a pesar de los tropiezos de Ritondo.
Massa especula con que una lista de centro le reste dos y hasta tres puntos a La Libertad Avanza en la elección del 7 de septiembre. Algunos creyeron escucharlo arrogarse preeminencia sobre Facundo Manes y Juan Schiaretti, que ayer recorrieron juntos La Plata. El Frente Amplio por la Democracia de Ricardo Alfonsín integrado por Libres del Sur y socialistas competirán
con la misma premisa el 26 de octubre.
Monzó también le expuso su plan a Horacio Rodríguez Larreta, un viejo amigo de Massa. Una condición que pesa sobre Jorge Macri que avalaría en contra de su primo como parte de la interminable pelea por el control del gobierno porteño. Todo esto tendría importancia relativa sin otro detalle. Este año vence el mandato de Monzó como diputado nacional. La misma situación que atraviesa Marcelo Daletto, su más estrecho colaborador.
Daletto no dudó en inmolarse por el “partido de la rosca” que reivindica Monzó. Se arrojó sobre la granada que hizo estallar el Senado bonaerense al darle media sanción a la reelección indefinida de legisladores locales y provinciales. Daletto fue parte de una sofisticada maniobra exigida por el cristinismo a Axel Kicillof como condición para discutir las candidaturas.
Esa ingeniería incluyó la ausencia pactada de Juan Fagioli. El delegado de Juan Grabois en Unión por la Patria. Y el rechazo de su compañera de bloque, Sofía Vanelli. Tan ligada a Massa como Laura Ventura, que se abstuvo. Pero que como el resto de la bancada de los libertarios blues, Carlos Kikuchi y Sergio Vargas, se identifican con el exministro de Economía.
Verónica Magario desempató la igualdad en 22 votos con una felicidad difícil de explicar excepto por ella misma. Ese voto controvertido vuelve prácticamente imposible que sea elegida para encabezar la lista de diputados por la Tercera Sección a propuesta de Kicillof. Un cargo sensiblemente menor al que ocupa. En apariencias, al gobernador no le incomodaría completar lo que le queda de mandato sin su vice. Máximo Kirchner rechaza ser quien reemplace a su madre en el lugar que no podrá ocupar por la condena en la causa Vialidad.
La razón de los intendentes del conurbano es turbada por su deseo de limitar las apetencias de La Cámpora y Kicillof. Se ilusionan con que Cristina reitere el gesto de desprendimiento a favor de la unidad que tuvo en 2019, cuando cedió los dos primeros lugares de la lista de diputados nacionales en los que Alberto Fernández y Axel Kicillof colocaron a Victoria Tolosa Paz y Daniel Gollán. El fracaso de esa experiencia pone en duda que vuelva a ocurrir.
El temor más importante es a que adelante una señal hacia 2027 si negocia que Leonardo Nardini y Mayra Mendoza encabecen las listas en la Primera y la Tercera Sección. Los intendentes de Malvinas Argentinas y Quilmes conforman con los de Moreno y Lomas de Zamora, Mariel Fernández y Federico Otermín, los delegados que eligió para negociar las listas con los de Kicillof: Fernando Espinoza (La Matanza), Andrés Watson (Florencio Varela), Julio Alak (La Plata) y el exintendente de Ituzaingó, Alberto Descalzo. Rubén Eslaiman es el designado por Massa. El miércoles se reunirán por primera vez en el PJ nacional para negociar el orden de cada aliado en las listas, donde podrán volver a ser incluidos Luis “El bicho” Vibona y Gustavo “El lagarto” Soos. Autores del proyecto de ley sancionado por el Senado y miembros del aparato judicial peronista en la Legislatura bonaerense. Soos integra el Consejo de la Magistratura y es secretario de la Comisión de Asuntos Constitucionales.
Desde ese doble rol no sólo monitorea las designaciones en el Poder Judicial. También constituye junto a Vibona un poder autónomo de sus jefes políticos. Gustavo Menéndez, intendente de Merlo, y Nardini. Una maquinaria desafiada por el juicio político a Julieta Makintach. Sobre todo por la preeminencia atribuida a Massa en la Justicia bonaerense. El tribunal a cargo de ese proceso todavía no la acusó. Makintach ya renunció al cargo de jueza en el Tribunal Oral Criminal N° 2 de San Isidro. Si Kicillof la la acepta antes de la acusación, el juicio quedará sin efecto.
El rumor insistente es que Massa y el vocal de la Corte, Sergio Torres, presionarían al gobernador para que lo haga de inmediato. En apariencias Torres expresa su premura de manera virtual. Está de viaje por el exterior y en uso de una de sus habituales licencias. Makintach dejó trascender que si hay juicio, presentará las capturas de pantalla y audios en los que se la alentarían a avanzar con las irregularidades y el documental que derivaron en su dimisión. El 9 de julio finaliza el plazo para la inscripción de alianzas. La fecha patria que una administración inclinada a darle otro significado a acontecimientos históricos, bien podría catalogar como el día que se aceptó la necesidad de depender de la casta.

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