Nayib Bukele niega que avioneta con cocaína asegurada en Colima haya pasado por El Salvador

Una fuerte controversia diplomática surgió entre El Salvador y México tras la incautación de una aeronave con casi media tonelada de cocaína en el municipio de Tecomán, Colima. Mientras que el Gobierno mexicano, a través de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), aseguró que la aeronave provenía de El Salvador, el presidente Nayib Bukele negó rotundamente esa versión y exigió una aclaración inmediata.
El incidente ha encendido tensiones regionales, y expone la delicadeza de los operativos contra el narcotráfico cuando se ven involucrados distintos países.
El pasado 4 de julio, la SSPC informó sobre la detección de una aeronave sospechosa en el espacio aéreo mexicano. Según el comunicado, personal del Centro Nacional de Vigilancia y Protección del Espacio Aéreo (CENAVI) detectó una traza aérea a 200 kilómetros al sur de San Salvador, lo que derivó en una alerta y el despliegue de aeronaves militares mexicanas para interceptar el vuelo.
La avioneta fue finalmente localizada en una pista clandestina en Tecomán, Colima, donde fueron detenidos tres sujetos y se aseguraron 11 paquetes con 427 kilos de cocaína, con un valor estimado de 95.8 millones de pesos.
Durante la conferencia presidencial del 8 de julio, el secretario Omar García Harfuch reafirmó esta versión, asegurando que la aeronave provenía de El Salvador y destacando el valor económico del cargamento ilícito.
La respuesta del presidente salvadoreño Nayib Bukele no tardó. A través de su cuenta oficial de X (antes Twitter), calificó como “falsa” la afirmación del gobierno mexicano sobre el origen del vuelo.
Bukele detalló que el 3 de julio, Costa Rica activó la alerta regional al detectar la traza de una avioneta sospechosa al noroeste de su territorio, y que en ningún momento el espacio aéreo salvadoreño fue violado.
“Nuestros radares no registraron ningún contacto aéreo dentro de nuestro espacio. La traza muestra que el avión pasó muy al sur de El Salvador y Nicaragua”, afirmó Bukele.
Para reforzar su postura, mencionó que la información fue confirmada por JIATFS Key West, una agencia estadounidense que monitorea el tráfico aéreo ilícito en la región. Según su informe, la aeronave sobrevoló el océano Pacífico sin acercarse a territorio salvadoreño.
Otro punto que enfatizó Bukele fue la nacionalidad de los tripulantes detenidos en Colima, alegando que los medios y las autoridades mexicanas omitieron ese dato.
“Los tres capturados son mexicanos: Leonardo Alonso Parra Pérez, de Guasave, Sinaloa; José Adán Jalavera Ceballos, de Chihuahua; y Felipe Villa Gutiérrez, de Morelia, Michoacán.”
Con esta información, el mandatario centroamericano buscó deslindar a su país de cualquier participación directa o indirecta en la operación ilícita.
La postura de Bukele fue tajante: El Salvador no encubre criminales ni tolera el narcotráfico, y no permitirá que su país sea involucrado en hechos que no le competen.
“Exigimos al Gobierno de México una aclaración y rectificación inmediata respecto a las declaraciones emitidas por su Secretario”, escribió en redes sociales.
Como parte de las medidas diplomáticas, Bukele también anunció que su gobierno llamó a consulta a su embajadora en México, subrayando la seriedad con la que se tomó el asunto.
Este desacuerdo ocurre en un contexto donde la cooperación en seguridad y combate al narcotráfico entre países de Centroamérica y México es crucial. Una descoordinación en la información puede poner en riesgo no solo la relación bilateral, sino también los acuerdos multilaterales en materia de vigilancia aérea y antidrogas.
Mientras tanto, el Gobierno de México no ha emitido, hasta el momento, una corrección oficial sobre la ruta exacta de la aeronave. La insistencia de Bukele y la documentación compartida podrían abrir la puerta a una revisión conjunta de los registros radar y evidencia internacional.
La polémica generada por la incautación de droga en Colima y las declaraciones cruzadas entre García Harfuch y Bukele pone en evidencia la importancia de la precisión en los informes de seguridad internacional. Si bien la lucha contra el narcotráfico exige rapidez, también demanda rigor en el manejo de datos.
El Salvador exige ser deslindado de una operación aérea con presuntos vínculos criminales, mientras México sostiene su versión oficial. Las próximas horas podrían ser clave para que ambos países aclaren la situación y eviten un conflicto diplomático de mayor escala.
La Verdad Yucatán