Una trabajadora de la tripulación de un crucero explica lo no se puede llevar en la maleta
Son muchos los que en lugar de irse unos días a la playa y disfrutar de las costas de España, optan por hacer otro tipo de viajes, como puede ser una escapada a alguna ciudad de Europa o hacer un increíble crucero, bien sea por mar o de índole fluvial. Miles de personas se embarcan cada verano en un enorme barco para poder conocer varios destinos en un mismo itinerario, aunque la realidad es que subirse a uno de estos mastodontes implica llevarse muchas cosas en la maleta.
Como pueden ser viajes muy largos, es habitual que los clientes viajen con todo tipo de cosas en su equipaje, pero lo que muy pocos saben es que hay algunos objetos que no se pueden meter dentro del barco, tal y como ha explicado una tripulante que ha trabajado durante años en cruceros. Lucy, a través de un vídeo publicado en Youtube, ha dicho a los pasajeros qué es lo que no se pueden introducir a la hora de embarcar.
Lo primero que recomienda no llevar a un crucero es un flotador de piscina o similares, ya que el espacio es muy limitado dentro del agua, por lo que es muy importante que haya hueco para todos. También está prohibido entrar al barco con ventiladores grandes, ya que podían dañar el sistema eléctrico del barco, así como comida perecedera ni aparatos como planchas de vapor o cafeteras, porque podrían causar un incendio.
Sí es posible embarcar si se tiene alcohol en la maleta, aunque deberán entregárselo a los miembros de la tripulación y esperar a la última noche del crucero para poder disfrutarlo. ¿La razón? Pues que los empleados prefieren que se consuma en los diferentes bares que hay en el barco en lugar de traerlo de fuera para así ganar más dinero en el viaje. Por su parte, mientras se está a bordo no se podrán usar drones, aunque sí está permitido utilizarlos en los puertos en los que se detenga el barco.
Como es lógico, está terminantemente prohibido llevar armas y drogas en el barco, aunque un objeto que tampoco se puede portar y que a muchos pasajeros les sorprende son los walkie-talkies (o los monitores para bebés), ya que es probable que interfieran en algún sistema de comunicación del barco. Y, por último, tampoco está permitido llevar las cenizas de algún fallecido para tirarlas al mar, una práctica muy habitual pero que no se puede llevar a cabo en un crucero.
Todas estas cosas están totalmente baneadas en los cruceros, por lo que es importante tenerlo en cuenta antes de embarcarse en uno para así no empezar un viaje de ensueño de la peor manera posible. Por ello, también es fundamental comprobar las normas de los barcos antes de empezar a hacer la maleta.
20minutos
