Yerbateros mantienen el cese de cosecha y analizan nuevas medidas de protesta

El paro de los productores yerbateros de Misiones crece día a día. La rebelión que surgió en la zona de San Pedro en diciembre pasado comenzó a extenderse al resto de la geografía provincial y los dirigentes estiman que en enero y lo que va de febrero la cosecha tuvo una caída que supera el 50 por ciento.

“Los números oficiales no están, pero tenemos datos que en enero se procesaron unos doce millones de kilos de yerba, muy lejos de los 21 millones de kilos de hace un año. Y en febrero la caída es mayor, creemos que no va a superar los 10 millones de kilos. Hoy día sólo se está haciendo la cosecha mecanizada porque no se puede demorar, el resto no está cosechando”, sostuvo un dirigente yerbatero de la zona centro de Misiones que participa de las asambleas donde buscan una solución a la crisis.

“Los que también están procesando yerba son las empresas integradas, es decir las que tienen sus propios yerbales, secaderos y molino. Al pequeño productor los 220 pesos que están pagando por la materia prima no le sirve porque está un 30 por ciento de los costos”, agregó el hombre, que supo integrar el directorio del devaluado Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM).

Los productores enfrentan una situación compleja por la cosecha récord del año pasado. En 2024 entraron a los secaderos casi 987 millones de kilos de yerba mate, 212 millones de kilos más que en 2023. “Hoy día las industrias tienen stock para cubrir la demanda de todo un año. El número de equilibrio para el sector es que en los depósitos haya yerba para siete u ocho meses”, sostuvo el dirigente.

En los últimos días las asambleas de productores se replicaron en Jardín América, San José, Montecarlo y otras localidades. Este viernes habrá una reunión en el Parque de las Naciones de Oberá, donde los yerbateros definirán si insisten con el freno de hoja verde y yerba canchada en las rutas.

Los yerbateros están convencidos que la desregulación del sector fue una devolución de gentilezas del gobierno libertario a los grandes molineros que apoyaron su campaña. “Los molinos eran los más interesados en que el INYM deje de fijar los precios de referencia. En Agricultura nos admitieron que fue un pedido de los industriales la decisión de quitarle facultades al Instituto”, se sinceró uno de los dirigentes consultado por Clarín.

En las últimas décadas los productores recibían por la materia prima el 10 por ciento del valor del paquete en góndola. “Si se mantuviera ese porcentaje, hoy estaríamos arriba de 400 pesos por kilo y los números nos estarían cerrando con un pequeño margen de ganancia”, indicó un yerbatero de la zona centro.

“El descontento con el Gobierno Nacional va en aumento. Los productores confiaron en Milei y hoy se sienten defraudados. En los grupos de WhatsApp ya no ocultan su bronca porque generaron un descalabro fenomenal en una actividad que venía funcionando más o menos bien desde hace más de 20 años”, contó otro productor, habitual asistente a las asambleas yerbateras.

El ministro del Agro y la Producción de Misiones, Facundo López Sartori, pasó por una de los piquetes yerbateros y conversó con los productores. Admitió que “los costos de producción han aumentado significativamente y los pequeños productores enfrentan dificultades para sostener sus cosechas” y agregó que “la demanda de un valor equitativo por la materia prima se vuelve urgente”.

“La falta de actualización en los precios afecta directamente la rentabilidad del sector, poniendo en riesgo la continuidad de miles de familias que dependen de la producción de yerba mate para subsistir”, advirtió.

El Gobierno de Misiones, de excelente sintonía con los libertarios, no logró la devolución de facultades al INYM. Y los fallos judiciales que obtuvieron los productores tampoco son cumplidos por el Gobierno Nacional.

Según los últimos datos estadísticos disponibles, en Argentina hay unos 13.000 productores de yerba mate, de los cuales 12.500 están en Misiones, provincia que concentra casi el 90 por ciento de la producción.

Para dimensionar el impacto de esta economía regional basta decir que son alrededor de 50.000 las personas que dependen directamente de la producción yerbatera. Allí están los productores pequeños y medianos, pero también los que brindan servicios de cosecha, los tareferos, los empleados de los secaderos, los molinos y el transporte.

Claudio Anselmo, ministro de la Producción de Corrientes y un hombre surgido de la yerbatera Las Marías, se mostró confiado en una recuperación del precio de la materia prima este año a partir de una disminución en la oferta de hoja verde.

“Es difícil que se repita un año tan excepcional como 2024 en cuanto a producción”, aseguró. Es que el año arrancó con lluvias por debajo del promedio histórico y eso afectaría los rindes en los yerbales.

Para el funcionario será fundamental comenzar a alinear la oferta con la demanda para que así comience la recuperación de los precios de toda la cadena productiva, algo difícil con la entrada en producción de miles de hectáreas de nuevos yerbales.