Asa Cristina Laurell: El Plan Nacional de Desarrollo 2025-2030

El Plan Nacional de Desarrollo 2025-2030
Asa Cristina Laurell
C
omo antecedente hay que recordar que la legislación sobre el Plan Nacional de Desarrollo (PND) data del gobierno de Miguel de la Madrid y se introdujo en la Constitución en 1982. Fue una de las respuestas a la crisis del fin del gobierno de José López Portillo. Le antecedió el rescate de México con la intervención del Tesoro de Estados Unidos y el FMI, pero en realidad fue el rescate del sistema financiero internacional y el inicio de las políticas neoliberales no sólo en México y América Latina. Importa recordar el origen de la legislación porque explica en gran medida su formato que es el llamado método del marco lógico, inventado por la Usaid para disciplinar y evaluar a los países. De esta manera, está organizada en ejes, objetivos y estrategias con sus indicadores de seguimiento.
Cabe señalar que si bien las estrategias pueden entenderse como los cómos
, no revelan la concepción global que subyace en el documento y en cada uno de los objetivos. En este sentido el documento es más bien normativo, ya que señala los deber haceres
antes que las intervenciones que permitan resolver la problemática existente. Esto desafortunadamente se traduce en la repetición de estrategias, que ya han mostrado no llevar a la solución de los problemas. Por otra parte, se excluyen estrategias que son conocidas por los expertos, pero que no se han aplicado. Las razones probablemente son externas a una problemática y se relacionan en muchos casos con las restricciones económicas derivadas tanto del nuevo contexto externo con el gobierno de Trump como con el objetivo económico superior de no hacer una reforma fiscal redistributiva.
Lo referido a la salud está plasmado en el plan República Sana (página 48, Diario Oficial, 15/4/25). El objetivo general es aparentemente inobjetable, pero mezcla conceptos que no siempre son compatibles. Dice: Garantizar el derecho a la protección de la salud para toda la población mexicana mediante la consolidación y modernización del sistema de salud, con un enfoque de acceso universal que cierre las brechas de calidad y oportunidad, protegiendo el bienestar físico, mental y social de la población. Si bien la Constitución habla del derecho a la protección de la salud en su artículo 4, la reforma al artículo primero lo plantea en primer lugar como un derecho humano.
Esto tiene importancia porque la política neoliberal en salud se basaba en un modelo de protección de la salud
, que fue el llamado Seguro Popular (SP). Inicialmente tenía un costo para las personas con salarios por encima de 3 SM. Este modelo consideró a la salud una mercancía que debería intercambiarse en el mercado. Tenía diversos paquetes de servicios de primer y segundo niveles, que empero no se prestaban completos. Con excepción del paquete de tercer nivel para los niños nacidos en el gobierno de Calderón ( sic), para el resto de la población era muy restringido. Éstas fueron las razones de eliminarlo en el gobierno de la Cuarta Transformación, aunque el proceso para anularlo fue inadecuado. Cabe señalar que había otras alternativas que no se tomaron en cuenta.
La necesidad de consolidar y modernizar el sistema público es bien conocida pero no ha habido una concepción clara respecto a cómo lograrlo. Tenemos un sistema público fragmentado en varios subsistemas, que prestan servicios de muy diferente complejidad y calidad. Es un problema reconocido desde hace tiempo, pero sin solución hasta ahora. Sólo enunciarlo no lo resuelve por los obstáculos de orden económico y políticos involucrados. También existe un interrogante sobre si la universalización se resolverá con la federalización y el fortalecimiento del OPD IMSS-Bienestar.
La temática del fortalecimiento de la prevención y promoción de la salud es igualmente de larga data, pero no se ha puesto en práctica. Sería muy loable que se pudiera lograr mediante el Sistema de Salud Pública, ya que éste no se instrumentó en el anterior gobierno cuando se formuló. Fue esencialmente una construcción de las oficinas centrales de la Secretaría de Salud, que nunca cobró vida real en los servicios de salud realmente existentes.
Una República Sana es una gran necesidad del país y su pueblo, pero para lograrla no es suficiente poner el corazón. Se necesitan también recursos económicos y profesionistas formados para la tarea.
jornada