Ghost of Yotei evita polémicas: cómo Sucker Punch honra a Japón

En un contexto donde las representaciones culturales pueden generar aplausos o controversia, Ghost of Yotei se perfila como un ejemplo de respeto histórico. Mientras Assassin’s Creed Shadows ha encendido las redes por posibles distorsiones sobre el Japón feudal, el nuevo proyecto de Sucker Punch destaca por su enfoque colaborativo con expertos japoneses.
Jason Connell y Nate Fox, mentes creativas del estudio, compartieron en entrevista cómo la conexión con Sony Japón fue clave desde el desarrollo de Ghost of Tsushima. “Sabíamos que, como desarrolladores estadounidenses, necesitábamos ayuda para representar bien a Japón. La pedimos, y la recibimos”, explican.
Durante el desarrollo de Ghost of Tsushima, el equipo se rodeó de asesores japoneses que les guiaron en rituales religiosos, movimientos, arquitectura, y vestimenta. “Queríamos lograr una sensación de autenticidad, no una copia exacta de la historia”, detallan. Esta filosofía se mantiene en Ghost of Yotei, pero ahora con un reto adicional: representar fielmente a la comunidad indígena Ainu.
Para ello, recurrieron nuevamente a expertos nipones que ayudaron a moldear cada aspecto del nuevo título. La premisa es simple: si vas a contar una historia inspirada en una cultura, escucha primero a quienes la viven.
Mientras Ubisoft enfrenta cuestionamientos por ignorar voces japonesas en Assassin’s Creed Shadows, Sucker Punch redobla su apuesta por el respeto cultural. El contraste es claro: uno reinterpreta sin diálogo, el otro escucha y colabora.
Esta diferencia ha generado un fuerte respaldo en redes, donde los fans japoneses ya comienzan a posicionar a Ghost of Yotei como el verdadero sucesor espiritual de Kurosawa y el bushido.
Ghost of Yotei se lanzará exclusivamente para PS5 el próximo 2 de octubre de 2025. Promete sumergirnos en paisajes nevados, conflictos de honor, y un drama samurái con raíces profundas. En un mercado cada vez más consciente de la representación cultural, Sucker Punch parece tener la katana bien afilada.
La Verdad Yucatán