No tires ese viejo móvil: conviértelo en una cámara espía para casa con esta configuración

El proceso es sencillo, seguro y completamente gratuito. Gracias a aplicaciones especializadas, un teléfono antiguo puede convertirse en un dispositivo de videovigilancia que se controla desde otro móvil, tablet o incluso desde un navegador web. Esto supone un ahorro considerable frente a la compra de sistemas de seguridad tradicionales, que pueden superar fácilmente los 200 euros.
Una de las opciones más recomendadas por su facilidad de uso y funcionalidad es la app Alfred Camera, disponible tanto para Android como para iOS. Esta aplicación permite usar un dispositivo como cámara emisora, mientras otro actúa como monitor de vigilancia.
- Descargar la app en ambos dispositivos: El primer paso consiste en instalar la app en dos teléfonos: el antiguo, que funcionará como cámara, y el actual, que actuará como receptor de imagen.
- Iniciar sesión con la misma cuenta: Ambos dispositivos deben iniciar sesión con la misma cuenta de Google o Apple ID para vincularlos de forma segura.
- Colocar el móvil en el lugar adecuado: El siguiente paso es ubicar el móvil antiguo en un sitio estratégico: una estantería del salón, la entrada de casa, la habitación del bebé o incluso en el interior del coche. Lo ideal es que esté conectado a la corriente para evitar que se agote la batería.
- Configurar las alertas de movimiento: La mayoría de estas apps permiten activar notificaciones instantáneas cuando detectan movimiento, grabar automáticamente e incluso hablar a través del teléfono como si fuera un intercomunicador.
Además del ahorro económico, estas soluciones destacan por su versatilidad. La calidad de la cámara del móvil, que en muchos casos es superior a la de una cámara IP de gama baja, permite obtener imágenes nítidas tanto de día como de noche (si el dispositivo cuenta con modo nocturno o se instala cerca de una fuente de luz).
Otra ventaja destacable es la posibilidad de acceder en tiempo real a la cámara desde cualquier lugar del mundo con conexión a internet, lo que convierte al móvil en una herramienta de seguridad muy eficaz.
Un segundo uso para millones de móvilesSegún datos de la consultora IDC, más de 1.500 millones de smartphones se vendieron en todo el mundo en 2023, mientras que la tasa de renovación media de dispositivos se sitúa entre los 24 y 36 meses. Esto implica que millones de móviles con cámaras funcionales terminan inutilizados antes de agotar su vida útil.
Aprovecharlos para fines como la vigilancia, la domótica o la seguridad doméstica no solo supone un ahorro, sino que contribuye a reducir la generación de residuos tecnológicos, alineándose con prácticas sostenibles y responsables.
eleconomista