Emilio Payán: El legado de Rosario Castellanos

El legado de Rosario Castellanos
Emilio Payán
L
a historia de un archivo es el alma de una vida y cuando se trata de una de las voces más relevantes de la literatura hispanoamericana, una escritora que desafió las convenciones de su tiempo, adquiere un valor aún mayor. La exposición Un cielo sin fronteras: Archivo inédito Rosario Castellanos abre una ventana al legado de esta autora chiapaneca, revelando una faceta íntima y hasta ahora desconocida de su vida y su obra.
Esta muestra es fruto de una colaboración académica rigurosa y una investigación especializada. Un equipo de destacadas universitarias y universitarios apasionados por la obra de Rosario Castellanos se unió para dar vida a esta exhibición con creatividad y entusiasmo. La poeta y ensayista Julia Santibáñez, la poeta Sara Uribe, la consultora e investigadora Laurette Godinas, María del Carmen Tostado, coordinadora de exposiciones, y Eduardo Vázquez Martín, director del Colegio de San Ildefonso, participaron en la curaduría, junto con otras voces que han estudiado con profundidad y compromiso la obra de Castellanos.
A partir de una conversación entre Julia Santibáñez y Gabriel Guerra Castellanos, hijo de la autora, se despertó la curiosidad por revisar las cajas del archivo que él había resguardado cuidadosamente durante décadas, lo que comenzó como un gesto personal entre amigos se transformó en una revelación: un conjunto fotográfico y una colección invaluable de cartas, manuscritos y grabaciones que hoy toman forma en esta exposición que coincide con el centenario del nacimiento de la escritora.
La muestra es un viaje por el tiempo y la memoria que permite adentrarse en la intimidad de la vida de Rosario Castellanos y en la profundidad de su pensamiento. Fotografías inéditas, manuscritos y fragmentos cuidadosamente tejidos revelan cómo su entorno familiar y social –la temprana muerte de su hermano Mario Benjamín, la reforma agraria impulsada por el gobierno de Lázaro Cárdenas, la pérdida de las propiedades paternas y su exilio a la Ciudad de México– marcaron su sensibilidad. Su obra es testimonio y denuncia: refleja una mirada crítica hacia las estructuras del poder, pero también una profunda compasión por quienes viven en la marginación.
La exposición no sólo permite conocer aspectos personales de su vida, sino rencontrase con su compromiso intelectual, su aguda ironía y su mirada crítica sobre género y sociedad. Sus textos dialogan con la realidad de su tiempo y siguen interpelando en el presente. En ellos resuena una voluntad de justicia y una conciencia lúcida y sensible de las desigualdades y violencias que atraviesan las mujeres e indígenas, temas que abordó sin concesiones desde su lugar como poeta, ensayista y funcionaria. Esta muestra, que se presenta en el Colegio de San Ildefonso, estará abierta al público hasta el 24 de agosto.
Laurette Godinas, investigadora del Instituto de Investigaciones Bibliográficas, coordinó con la Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial de la UNAM la edición del libro Este minuto único y eterno: Rosario Castellanos en su centenario, el cual explora a través de cinco capítulos las diferentes facetas de la autora. Esta edición será presentada en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara 2025.
Abrir ese archivo no fue sólo un acto de preservación histórica para Gabriel Guerra Castellanos, sino también un gesto profundamente personal. A lo largo de su vida ha intentado digerir la ausencia y aprender a convivir con tres relaciones con su madre: como hijo, como lector y como analista de una figura pública. Al abrir las cajas, rencontró no sólo recuerdos, sino fragmentos que le permitieron completar una historia que siempre había estado ahí.
Para Gabriel, encontrar un hogar adecuado para el archivo de su madre es un proceso que exige reflexión y discernimiento. Son tres pilares fundamentales los que deben sustentar esta decisión: la seriedad y autonomía de la institución, la accesibilidad del archivo para investigadores y público, así como la capacidad de difusión y promoción que garantice su perennidad
. En su opinión, la UNAM –institución que Rosario Castellanos honró con su presencia– cumple con estos criterios y representa el espacio ideal para resguardar y proyectar su obra.
Impulsar un programa de investigación y difusión que socialice este valioso legado sería un homenaje a su espíritu creador y un tributo a la riqueza cultural de México.
Preservar este archivo no sólo es un acto de amor filial, sino un acto de resistencia ante el olvido. En un país que ha mantenido una relación compleja con su memoria histórica, Un cielo sin fronteras recuerda la urgencia de volver a las voces que nos han marcado y de evitar que se disipen en el silencio. Rosario Castellanos sigue viva como un referente de inteligencia, sensibilidad y rebeldía, iluminando desde su archivo las preguntas fundamentales de nuestro presente.
“Hay que reír, pues. Y la risa, ya lo sabemos, es el primer testimonio de la libertad”
Rosario Castellanos
Para Alicia, por muchas razones
jornada