Expresión propia

Carme Pinós dice que esta bodega quiere ser una conjunción de arquitectura y territorio, parte del paisaje. Es justo afirmar que lo logra, semienterrándola en la suave ladera de un montículo junto a los viñedos, con vistas panorámicas. Y añadir que la arquitecta barcelonesa ha alcanzado su objetivo sin renunciar a la potencia formal que la distingue.
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Numerosos propietarios de bodegas han contratado a arquitectos de fama para dar realce a sus marcas. Algunos diseñaron obras llamativas, como Frank Gehry en el hotel Marqués de Riscal, en Elciego (Rioja alavesa). Otros prefirieron el silencio y la discreción, como RCR en Bell-lloc, cerca de Palamós.
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Para atender a este encargo del Grupo Roda, Pinós ha elegido una vía intermedia. Dicho en síntesis, su proyecto es como una gran teja de hormigón, invertida, algo inclinada y clavada en la parcela. En su parte anterior, frente al paisaje, parece sostenerse sobre una fachada ondulante de ladrillo. Tras su fachada posterior se disponen, en un nivel subterráneo, las tres grandes salas destinadas a elaboración del vino, barricas y botelleros.
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Estas salas son consecutivas y cúbicas, y cuentan con pasarelas perimetrales. Aquí la mano de Pinós es contenida, pero se intuye en la luz que entra por algún lucernario o en los encofrados moldeados con cañas. En el resto del edificio esa mano es más visible, y se manifiesta tanto en los recorridos como en la resolución formal. Particularmente, en el acceso por donde la uva entra a la bodega, enmarcada por imponentes formas estructurales de hormigón, de ecos brutalistas, y por gaviones de piedra que describen suaves curvas, una combinación que da dinamismo y equilibrio a la obra. Y, de manera más sutil, se expresa en la sala de recepción de la uva y en las zonas sociales, una tras otra, en un gran vestíbulo bajo la teja invertida. El ingreso en dicho vestíbulo depara una experiencia espacial conmovedora.
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En estas bodegas, levantadas en el municipio burgalés de La Horra, Pinós ha firmado una obra de madurez, con una acertada comprensión del lugar, con una expresión propia depurada y con un resultado final donde se funden lo creativo y lo funcional con la conciencia ecológica.
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