Gracias, Rosco: no haga caso a Feliciano López y persevere como tiktoker de toros

Decía yo hace un rato en X que los vídeos de El Rosco han sido una de las grandes noticias de San Isidro. Lo mejor que nos ha podido pasar. Y el último es sencillamente formidable: sostiene la voz tronante del tendido del "7", cruz de guía de la conspicua afición, faro de la plaza de toros de Madrid, que Fernando Adrián y Borja Jiménez le dieron una lección a Morante de la Puebla el pasado domingo de cómo se torea a la verónica. Que se lo explicaron, vamos. Lo hace en un castellano rústico, pero lo que importa es el mensaje. El fondo de aficionado que enseña.
Y esto, que ha molestado a muchos, es sin embargo magnífico. Feliciano López incluso le ha contestado que se abra una cuenta de tenis para que le enseñe a sacar. A mí, por contra, me ha supuesto una de las grandes alegrías de la feria. No sólo esta última vídeo crónica, sino toda la secuencia de grabaciones de la feria. Rosco como tiktoker es impagable, y le rogaría que no hiciese caso a Feli y no se abra una cuenta de tenis y persevere con la de toros.
El Rosco ha puesto en el escaparate, a la luz de todos, de las nuevas generaciones que se han incorporado a Las Ventas, lo que algunos sabíamos desde hace más de 50 años. Los chavales que se tiraron en masa a sacar a hombros al más grande intérprete de la verónica de todos los tiempos, uno de los matadores de toros más importantes de la historia, el que ha roto todos los moldes de la estirpe de los toreros artistas, el mejor y más completo de todos ellos, conocen ahora que El Rosco sabe del toreo lo mismo que la piedra de granito en la que posa su culo desde hace más de medio siglo.
Y así cuando le oigan vociferar a un torero con su voz tronante desde el "7" se reirán en lugar de seguirle. Y eso será bueno. Y por ello le doy las gracias, sinceramente, Rosco.
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