Resumen del episodio 1 de la temporada 4 de <i>The Morning Show</i> : Todos los caminos conducen a UBN

Spoilers a continuación.

Hemos pasado por muchas cosas como espectadores de The Morning Show , y aunque no estoy muy seguro de cómo superará el viaje al espacio (curiosamente predije el viaje espacial de Katy Perry en Blue Origin a principios de este año) ni de situar a sus personajes en el Capitolio el 6 de enero, una cosa es segura: estos guionistas siempre tienen algo caótico bajo la manga. A menudo me burlo de The Morning Show por lo audaces que pueden ser sus historias, pero la verdad es que simplemente no puedo esperar al inevitable melodrama y a ver hasta dónde están dispuestos a llegar por la televisión entretenida.

La nueva temporada abre con una reunión inquietante que, una vez más, coloca al programa directamente en el centro de nuestra frontera temática actual: la inteligencia artificial y su impacto en la industria de los medios. En este caso, estamos viendo a una IA Alex Levy (Jennifer Aniston) presentar un noticiero para los Juegos Olímpicos de Verano de París 2024 en docenas de idiomas. Esta asamblea del personal no va bien: aparentemente, la mitad del equipo de The Morning Show ha sido despedido, y los que quedan están justificadamente preocupados de que la IA les quite el trabajo. Stella Bak (Greta Lee), la nueva CEO de UBN después de que Cory Ellison (Billy Crudup) fuera destituido la temporada pasada, intenta asegurarles que ese no será el caso. El equipo, y yo, como escritor también en esta industria donde los ejecutivos definitivamente toman decisiones en aras de las ganancias, seguimos sin estar convencidos.

Pero ya basta de IA por ahora. El episodio arranca de verdad cuando Alex entrevista a Roya Nazeri (Ava Lalezarzadeh), una atleta olímpica iraní. Al más puro estilo de los Morning Shows , la situación da un giro dramático. Su padre le entrega a Alex una nota durante su saludo de presentación que dice: "Queremos desertar". Aniston siempre ha estado fenomenal en este papel, aportando mucha ética y maniobras emocionales a la fisicalidad de su actuación. Se le ve dando vueltas en la cabeza mientras idea un plan a mitad de la entrevista. Saca el tema de la política, un tema prohibido en esta sesión de preguntas y respuestas, lo que provoca una discusión entre los productores y el séquito de Roya que le da la oportunidad de apartarla para una conversación privada.

Tras confirmar que Roya quiere desertar a Estados Unidos con su padre, Alex activa la alarma de incendios y proporciona una vía de escape a través del montacargas con su chófer aparcado enfrente. Es justo el tipo de disparate ridículo, entretenido y políticamente cargado que espero de esta serie, enmarcado con tanta seriedad que no puedes creer lo que estás viendo. La atleta olímpica y su padre logran una huida por los pelos, muy caótica y pública, en una escena de persecución en coche tan bien dirigida que me recuerda por qué Mimi Leder es una estrella de la televisión. Por cierto, todo esto ocurre en los primeros 15 minutos: ¡menuda manera de empezar la temporada! ¡Ya estamos de vuelta!

Este desastre es obviamente mala óptica para UBN, dado que tienen una inversión de $8 mil millones en los Juegos Olímpicos, un escenario ya políticamente tenso y un contrato que probablemente determinará el destino de la nueva guardia femenina en UBN: Stella, Alex y la recién llegada Celine (Marion Cotillard), todas en posiciones de poder. En una reunión de emergencia a altas horas de la noche, conocemos a Celine, cuya primera línea en el programa es: "Odio los Hamptons, nadie baila en las fiestas". Se puede decir que la ganadora del Oscar se está divirtiendo mucho con este personaje como uno de los primeros papeles regulares en televisión en su carrera. Ella está aquí para salvar este "grupo de mierda", como le dice a Stella, junto a Mia (Karen Pittman) y otro recién llegado, Ben (William Jackson Harper de The Good Place ). Lo que se revela en esta reunión es que el padre de Roya trabaja en el programa nuclear de Irán, por lo que hay mucho más en juego de lo que Alex se dio cuenta. También se mencionan tanto a Israel como a Gaza, lo que me genera curiosidad por ver si The Morning Show decide ahondar más en ese conflicto, especialmente considerando que, según se informa, han muerto más periodistas en Gaza que en cualquier otra guerra registrada.

Por el bien de los Juegos Olímpicos, la cobertura de UBN sobre el momento Jason Bourne de Alex se declara apolítica: no están manipulando su cobertura. Nadie se opone, pero Alex, inquieta por dejar el resultado de la deserción de Roya en manos del FBI, visita a su padre (¡Jeremy Irons!), con quien está distanciada, para pedirle consejo. Reconocido profesor de derecho, se muestra bastante condescendiente con el trabajo de Alex y su valor. Menciona con rudeza cómo sus alumnos preguntan con frecuencia por Mitch Kessler y Paul Marks. La escena ayuda a dar más color a la psicología de Alex como personaje; parece algo indiferente a sus comentarios groseros, pero no tener la aprobación de su padre tiene un impacto duradero. También muestra lo lejos que ha llegado Alex: antes se preocupaba mucho por su reputación pública, llegando incluso a proteger a hombres como Mitch y Paul, y aquí está con la esperanza de defender el caso de asilo de Roya a pesar del impacto en su carrera. Quizás Bradley influyó en ella después de todo. Lamentablemente, el único consejo que le da su padre es que se mantenga al margen.

De vuelta en UBN, con Alex ahora vetado para dar más entrevistas sobre los Juegos Olímpicos, Stella le ordena a Mia que anime a Christina (Nicole Beharie, quien tuvo una gran revelación en su tercera temporada) a asumir el reto y dejar atrás su compromiso a tiempo completo como presentadora de TMS. Tras un tira y afloja entre Mia, Stella y Alex, proponiendo a Ali Wong como posible reemplazo temporal, la única solución viable que se les ocurre es traer de vuelta a Bradley. ¡Claro! Alex no está nada contenta. "Nos vendría bien una cara que favoreciera a los republicanos en TMS", dice Mia.

Un vistazo a Bradley, quien por alguna razón sigue siendo rubio y disfruta de su pequeña vida dando clases en un colegio comunitario de Virginia Occidental (¡ TMS consiguió el presupuesto de Beyoncé con ese lanzamiento de agujas de "Alligator"!). Mia la embosca en su casa y recibe una respuesta tibia de un Bradley claramente traumatizado, quien aún se recupera de los eventos de la temporada pasada (ocultando imágenes de su hermano asaltando el Capitolio, sin Julianna Margulies a la vista). Lo último que quiere es volver a Nueva York.

Pero no es Mia quien la convence por completo, sino gaiawarrior96, un usuario anónimo que le envía mensajes sobre un encubrimiento en la cadena con fotos y videos siniestros del impacto de una planta química en un pequeño pueblo. Según gaiawarrior96, alguien en TMS es directamente responsable de arruinar esta historia. El momento parece sospechoso, pero esto es suficiente para despertar el interés de Bradley, el cebo perfecto para sus instintos periodísticos. Dicho esto, está bajo estrecha vigilancia por parte del FBI, y el agente asignado a su caso deja claro que si vuelve a meterse en problemas, no dudarán en procesarla: su "acuerdo" (Bradley entregando información sobre Marks) la ha protegido de la prensa hasta ahora y le ha impedido unirse a su hermano en prisión por el encubrimiento del 6 de enero.

Finalmente, Bradley regresa a Nueva York y se reúne con Alex tomando vino. Las bromas no duran mucho: Alex admite que si las tonterías de Bradley del 6 de enero se filtran al público, UBN no sobrevivirá a la reacción negativa. Bradley contraataca señalando la reticencia de Alex a informar sobre las diversas acusaciones en torno a Marks la temporada pasada. El frente está despejado, todas las chicas han vuelto y todo es un caos, como debe ser.

Antes de despedirnos, hablemos de algunos personajes que no aparecen. Chip (Mark Duplass), ausente en este episodio, está de gira rodando un documental que se estrena en Cannes, lo que irrita un poco a Alex, que está acostumbrada a tener a Chip como su perro faldero. Cory ahora es productor de cine tras "encontrarse a sí mismo" en un retiro de ayahuasca, pero lo está pasando mal: Hollywood sufre huelgas, incendios forestales y una actriz principal ("Olivia", como se ve en el tráiler; ¿creemos que Wilde? ¿Munn? ¿Colman?) abandona la película en el último minuto.

A pesar de que Cory ofrece los monólogos más apasionados a cualquiera que lo escuche, su nueva reputación como el ejecutivo que preparó a Bradley, a pesar de haber sido absuelto de cualquier delito, lo persigue. Basándonos en la breve conversación telefónica de Alex al final del episodio, parece que Cory también podría volver a UBN antes de que nos demos cuenta. Esperemos que su trama no se cruce con la de Brodie "Bro" Hartman (Boyd Holbrook), el presentador de "The Talk Back", un podcast muy popular en UBN+, al estilo de Joe Rogan Experience , que habla sobre la masculinidad y, bueno, el bajo recuento de espermatozoides en Estados Unidos. Le encantaría una historia cancelada injustamente.

Me guardé el dato más jugoso para el final: Stella se acuesta con la pareja de Celine (Aaron Pierre). ¡Madre mía, inapropiado en muchos sentidos! Justo como nos gusta aquí en The Morning Show .