¡Barça, a por todo!

No hay debate. Esta noche hay un partido a muerte ante el Inter (solo pasará uno) en la Champions y el domingo, un clásico decisivo para laLiga a la misma hora de la siesta, en horario asiático porque por muy pocos que lo vean en China serán muchos en la audiencia global. No hay que reservar jugadores para priorizar ninguna competición. El técnico blaugrana, Hansi Flick, ya lo hizo en Valladolid y le salió bien, a pesar de promocionar al gremio de cardiólogos con la alineación inicial. El Barça tiene que ir a por todo en los próximos días porque quedan cinco finales para enmarcar una temporada sensacional. Además, si se gana hoy habrá una sexta: la de Champions.
El entrenador del Barcelona, Hansi Flick, durante el partido de LaLiga de fútbol contra el Real Valladolid
R. García / EFEEl barcelonismo comedido y tribunero tiene a dos antagonistas: al presidente Laporta, que muestra optimismo compulsivo desde que comenzó la temporada y ha acertado contagiando esa energía positiva, y a Lamine Yamal, representante de una generación desacomplejada y sin historia con entorno, capaz de declarar tras empatar con el Inter: “Pasaremos seguro”. El temor jurásico de Joan Poquí, lo más parecido hoy a la figura de l’Avi del Barça Joan Casals que falleció en febrero de 2024, de que se tuerza esta semana anida en muchos barcelonistas. Esa es la lucha. Siempre interna. Argumentada en muchas batallas perdidas sin sentido. En ese ser feliz después, no antes.
Sólo hay cinco finales: no existe el debate si Liga o Champions, no cabe ninguna especulaciónNo vale preguntar si se prefiere ganar laLiga o la Champions. Las dos. No hay debate. El Barça está a dos partidos de levantar la Champions y a cuatro de hacer el doblete. Todo sería un triplete, cuatriplete si se suma la Supercopa ganada al Madrid, a la espera del sextete que debería incluir dos supercopas más.
Decir todo esto suena fatal en el barcelonismo tradicional, acostumbrado a la prudencia y la mesura. Pero este Barça no es eso: es riesgo, defensa adelantada al límite, menores de edad titulares indiscutibles, un portero resucitado después de un retiro (Tek), un central y un extremo izquierdo (Íñigo y Raphinha) que estaban más fuera que dentro en junio, el mejor centrocampista del mundo que se decía que era frágil (Pedri), otro ninguneado, como De Jong, un ariete de 36 años (Lewandowski) y un delantero al que pocos veían futuro y se ha salido con goles (Ferran).
Lee tambiénEl Barça está dónde la gente quiere que esté. En semifinales de Champions y líder de la Liga a falta de cuatro jornadas. Debe ir a por todo, con todo. Si se sale, ya se sabrá cuál es el logo de la felicidad (el escudo del Barça); si se queda con uno de los dos, habrá que celebrarlo a lo grande; y si no llega, al menos habrá sido protagonista de los mejores momentos del año para mucha gente que cree que el verdadero apagón ha sido que el Madrid no esté en la Champions.
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