El acoso a Emma Raducanu: un exagente del Servicio Secreto detrás del operativo de la WTA para proteger a la tenista en Indian Wells

En la previa de Indian Wells, el llamado "quinto Grand Slam del tenis", hay un nombre que suena y resuena en el universo de la WTA, la entidad que reune al circuito femenino: Emma Raducanu.

La británica de 22 años de edad fue noticia la semana pasada por un lamentable episodio al ser acosada por un seguidor en pleno partido y las autoridades buscan asegurar su presencia. Entre ellos, un hombre está obsesionado con brindarle toda la seguridad necesaria: Bob Campbell.

El currículum de Cambpell dio un salto de proteger a los máximos lìderes mundiales en la Casa Blanca a estar a cargo de las súper estrellas más famosas del deporte. Trabajó en el Servicio Secreto durante dos décadas desde el año 1983, según recopilan medios estadounidenses, y más puntualmente se desempeñó cerca del llamado Despacho Oval durante la gestión de Bill Clinton, en los años noventa.

De las grandes ligas de la política yanqui pasó a las grandes ligas del béisbol pero cerca de casa, en Washington. El viejo Bob primero se hizo cargo de la seguridad de los Nationals, una histórica franquicia que nació en Montreal y optó por mudarse al D.C., y luego "ascendió" para convertirse en jefe de toda la MLB. Le faltaba cambiar los bates por las raquetas: en 2012 desembarcó en la WTA, donde se desempeña como vicepresidente de la asociación creada por Billie Jean King hace más de medio siglo, velando por el bienestar de sus deportistas.

Es responsabilidad de Cambpell revisar previamente cada escenario de la WTA, y entre sus innovaciones en el circuito femenino figuran la inclusión de vigilancia a través de drones y un control más estricto de las acreditaciones de todo el personal que trabaja alrededor de los torneos.

Su área está en la mira desde los episodios de Dubái, cuando Emma descubrió durante un partido que entre el público se encontraba un hombre que un día antes la había acosado en forma insistente en una cafetería de acceso público dentro del complejo tenístico donde se llevaba a cabo el certamen.

Iban dos games de su choque por segunda ronda ante Karolina Muchova, y la ganadora del US Open 2021 estaba 0-2 cuando se acercó a la umpire, intercambió unas palabras y se escondió detrás de su silla para romper en llanto. Un rato después el hombre fue desalojado, la policía local lo detuvo, y al día siguiente la WTA le prohibió la presencia en torneos por un año. Luego se supo que esa misma persona había estado detrás de Raducanu en otros cuatro países desde el mes de enero, según relató su entrenador, Roman Kelecic.

"Fue una experiencia difícil la de ayer, pero voy a estar bien y orgullosa de cómo volví y competí a pesar de lo que pasó en el inicio del partido”, dijo Emma una vez que se aclaró lo ocurrido ante Muchova, con quien terminó perdiendo en forma ajustada por 7-6 (6) y 6-4.

Raducanu dejó Medio Oriente y regresó a su hogar en la capital británica para recobrar fuerzas y decidir los próximos pasos de su carrera, donde el torneo de Indian Wells, cuyo inicio es el 5 de marzo, es lo primero que aparece en el calendario.

Según informa el diario The Times, la WTA, con Cambpell a la cabeza, le habrían ofrecido hasta cinco custodios personales para que sigan sus pasos tanto dentro del complejo tenístico que alberga a más de 16 mil espectadores en tierra californiana, como en los traslados hasta su hotel. Todo apunta a que Raducanu esta vez aceptará la propuesta.

Es que Emma ya había sido víctima de un episodio igual o todavía más aterrador hace un par de años, cuando su familia denunció a un hombre que se acercaba a la puerta de su casa con "obsequios" de todo tipo. Amrit Magar, de 35 años, fue detenido tras el llamado a la policía alertando de su inquietante presencia en los alrededores de su domicilio en Londres.

Magar, un repartidor de Amazon que se quedó sin trabajo durante la pandemia y se obsesionó mirando partidos de la tenista, apareció tres veces en la vivienda de los Raducanu: la primera con un ramo de rosas y una nota que llevaba la firma de su esposa y su perro; la segunda con una postal en la que dibujó el camino de su casa hasta la de ella y el texto “Caminé 23 millas por tí”, y la última en los días pervios a Navidad, cuando colocó luces y adornos en un árbol, arrojó basura por el buzón y se llevó una zapatilla que creyó de Emma pero que en realidad era de su padre para guardarla como souvenir.

Ese primer acosador recibió varias penas, entre ellas la imposibilidad de acercarse a Emma o su familia durante cinco años. “No me siento segura ni en mi propio hogar”, declaró en ese momento la tenista que venía de saltar a la fama como campeona del Abierto de Estados Unidos, sorprendiendo desde la qualy.

Sin embargo, tras ese altercado, tanto ella como la agencia que la representa (la misma que patrocinaba a María Sharapova) decidieron no contratar personal de seguridad para acompañarla durante el tour. Ahora es la WTA la que está dispuesta a hacer todo lo posible por protegerla.

"La seguridad de las jugadoras es nuestra máxima prioridad y asesoramos a los torneos sobre las mejores prácticas de seguridad para los eventos deportivos internacionales", afirmó la WTA la semana pasada al revelar el hecho que padeció Raducanu en Dubái, y aseguró que "trabaja activamente con Emma y su equipo para garantizar su bienestar y brindarle todo el apoyo necesario".

En los últimos días, la tenista cambió su biografía de Instagram por la leyenda "ad astra per aspera", que en latín significa "a las estrellas a través de las dificultades".

Ubicada en el puesto 55 del ranking de la WTA su clasificación al cuadro principal de Indian Wells está garantizada, y depende de ella participar por los más de 9 millones de dólares que se reparten en premios (la ganadora recibe más de un millón y perder en primera ronda equivale a cobrar más de 30 mil).

En caso de jugar en el cemento americano, Emma buscará superar su mejor actuación en ese torneo, cuando llegó a los octavos de final de la edición 2023 y perdió con Iga Swiatek. Los ojos del mundo del tenis estarán viendo su regreso al circuito, pero especialmente los del personal de seguridad de la WTA.