Este Espanyol engancha

Aires nuevos se van aposentando en el Espanyol. Las noticias se suceden y todo aparenta ser bastante apetecible. Podríamos establecer que en el fútbol todo se resume a nombres y resultados. Pero eso es ir por la vida con las luces cortas. Es cierto que circulas, que puedes llegar todos los sitios, pero siempre a cambio de mucho esfuerzo, de mayor lentitud y con muchísimo más sufrimiento.
En cambio ir con las luces largas te hace más eficiente, más capaz pero sobre todo y lo que es más importante con una previsualización de lo que va a suceder y mucho más relajado.
Parece que por fin el Espanyol a raíz del ascenso ha ido acumulando experiencias que determinan que ya vamos con luces largas. En nuestro caso supone capacidad de liderazgo en las estructuras del club y parece incluso que puede haber un liderazgo importante en la propiedad del Espanyol. Pero lo más importante es el papel que están teniendo el tándem Manolo y Garagarza. Porque El Espanyol necesita de lideres y de símbolos, solo así se puede evolucionando hasta llegar a la cuadratura del círculo, el competir de verdad a través de las victorias.
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La política de fichajes de este año es sin duda la mejor en mucho tiempo, puede que no sea una garantía total, pero su análisis muestra que es más que correcta. Podría analizar nombre por nombre pero no creo que eso sea lo más significativo. Creo que lo más importante es la semilla que ha empezado a germinar y que ha dado lugar a que los fichajes sean los más adecuados.
Por ejemplo, el caso de los cedidos con una vinculación contractual de un año. Pues increíble ver como la gran mayoría de ellos han querido continuar en el Espanyol. Eso significa que se han encontrado a gusto, que se han sentido queridos por su afición y eso genera una complicidad de los jugadores con los socios que siempre es determinante en un deambular deportivo, tanto para los malos como para los buenos momentos. Y que ratifica que las cosas en el entorno de la dirección deportiva y del staff técnico se están trabajando bien.
Está claro que el proyecto de Garagarza engancha y también es evidente que estos jugadores cedidos entienden que Manolo es un buen entrenador que los puede hacer mejores. Son dos muestras de liderazgo de estas dos personas que empiezan a llenar ese vacío que arrastramos desde hace mucho tiempo.
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Luego hay un detalle que me ha llamado poderosamente la atención y es la llegada de Ramón Terrats al Espanyol. Para mí es un movimiento que tiene tres lecturas. La primera la llegada de un buen jugador y que siente los colores. La segunda, es lo que he tenido que oír a mis hijos. La ilusión que esto les ha generado. Cómo me han ido pasando lo que se publicaba de él en redes. Pensar que la vida ha otorgado a un perico de cuna la posibilidad de vestir esa camiseta, simboliza que existe una vida en blanquiazul. Y tercera ver como Garagarza, cosa extraña en el fútbol, ha dejado su ego al margen o al menos por debajo de las necesidades del Espanyol.
Porque mi buen amigo Juan Terrats, padre de Ramón, periodista recto y sincero, crudo cuando hace falta por aquello que ama, como el Espanyol, en ocasiones ha sido muy exigente con él. La conclusión, Juan priorizó su amor al Espanyol a la posible llegada de su hijo. Y Garagarza ha priorizado las necesidades del Espanyol a su ego. Cuesta encontrar gente de este nivel.
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