La final de la Copa de Europa de Heysel, el partido de la vergüenza, cumple 40 años

El atropello masivo, el pasado lunes, de decenas de aficionados del Liverpool en la celebración del vigésimo título liguero de los reds no acabó afortunadamente en masacre, pero a los aficionados de cierta edad —o más memoriosos— les heló la sangre por la cercanía con el aniversario de la tragedia de Heysel. Tal día como hoy hace cuatro décadas, la final de la Copa de Europa entre Liverpool y Juventus se disputó a pesar de que en las horas previas 39 aficionados, mayoritariamente italianos, perdieron la vida en peleas y tumultos.
Los cadáveres se almacenaron tras una de las porterías del estadio bruselino, hoy renombrado como Rey Balduino. Ganó la Juventus, pero perdió la dignidad. Como consecuencia de la tragedia, los clubes ingleses fueron sancionados con cinco años sin disputar competiciones europeas, que fueron ocho para el Liverpool.
Heysel se enmarcó entre dos tragedias del fútbol inglés. Solo dos semanas antes de la final, 56 aficionados murieron y 265 resultaron heridos tras desatarse un incendio un partido entre el Bradford City y el Lincoln City. La tribuna principal del estadio ardió por una colilla mal apagada y las llamas consumieron, en solo cuatro minutos, la estructura de madera de esa parte del recinto, consumando el desastre.
Lee tambiénFue un accidente, a diferencia de lo ocurrido en Hillsborough en 1989. 97 personas perdieron la vida como consecuencia de las avalanchas ocurridas en un partido de la FA Cup entre Liverpool —otra vez el Liverpool— y el Nottingham Forest. Una investigación posterior demostró que los errores de la Policía en la gestión del suceso dieron pie a la tragedia. Las autoridades permitieron un exceso de aforo y no abrieron las salidas de seguridad en cuanto se produjo la avalancha humana. Las mayoría de los aficionados murieron por aplastamiento.
'Hooligans', avalanchas y disparosPero lo ocurrido en Heysel hace 40 años no fue un accidente ni una negligencia. La actuación de los hooligans del Liverpool fue causa de la tragedia. Antes del inicio del partido, en una zona del estadio en la que, por falta de previsión, ocupaban seguidores de ambos equipos, los violentos del equipo inglés comenzaron a insultar, primero, y atacar, después, a los seguidores del rival, la Juventus. Palos, objetos y puños provocaron el pánico de la hinchada italiana.
La policía belga fue incapaz de contener la situación y, desesperados, los seguidores italianos huyeron de la zona, solo para encontrarse en una trampa mortal, ya que huyeron hacia una zona sin salida de seguridad que, además, se derrumbó. La avalancha generó aplastamientos y muerte.

Heysel, 29 de mayo de 1985. La avalancha de aficionados que acabó en tragedia.
Gianni Foggia / APAnte la situación, centenares de aficionados de ambos equipos saltaron al campo, lo que generó más violencia. A la hora de comenzar el partido, Heysel era un campo de batalla descontrolado. Cuando llegaron las ambulancias y los sanitarios, la tragedia ya era inevitable. 39 personas murieron, la mayoría por asfixia y aplastamiento. De ellos, 32 eran seguidores del equipo italiano.
El partido se jugó, y desde múltiples rincones del estadio, la improvisada morgue dispuesta en los aledaños del terreno de juego era perfectamente visible. Comenzó con 90 minutos de retraso y como un mal menor, dado que las autoridades creían que no disputar el encuentro conduciría a más violencia. La Juventus ganó con gol de Platini y el trofeo no se entregó en el campo.
Más inocentes que culpablesLa investigación posterior exoneró a la UEFA, a las autoridades belgas y a la propiedad del estadio de Heysel de lo ocurrido. Catorce ingleses fueron condenados por homicidio involuntario, cumpliendo menos de dos años de condena. Lo ocurrido no fue suficiente como para repensar la organización del fútbol. Se consideró que poner coto a los radicales eliminaba el problema, algo que Hillsborough se encargó de negar.
La FIFA reformó la forma de gestión de sus grandes eventos, con el Mundial de Italia de 1990 como gran referencia, ya que supondría el retorno de los hooligans a la Europa continental. Heysel no fue suficiente como para reformar las medidas arquitectónicas de seguridad de los estadios. Hubo que esperar a un drama mayor, el de Hillsborough, para que se plantearan nuevas salidas de emergencia y mayor control del aforo.
Lee tambiénLa consecuencia quizá más visible de Heysel fue deportiva. La crisis del fútbol inglés derivada de la sanción impulsó la creación, en 1992, de la Premier League, una suerte de refundación de la Liga Inglesa. La Eurocopa de 1996 y el pegadizo Three Lions de David Baddiel, Frank Skinner, y The Lightning Seeds —It’s coming home, it’s coming… Football’s comiing home— separó Heysel de la memoria factual del fútbol inglés.
En 1995, diez años después de la tragedia, el estadio de Heysel fue rebautizado como Rey Balduino, y en 1996 acogió la final de la extinta Recopa entre PSG y Rapid Viena, que vencieron los franceses.

La imagen de un aficionado italiano llevando en brazos a otro fue la portada de La Vanguardia el día después de Heysel.
La VanguardiaHoy, como cada 29 de mayo desde hace 40 años, Turín recordará a los fallecidos en Heysel. La Juventus inaugurará una nueva escultura titulada Verso Altrove cerca del Allianz Stadium, que simboliza la memoria y la esperanza, en homenaje a los fallecidos en Heysel. Queda por ver si, este sábado, en la final de la Champions League entre Inter y PSG, queda espacio para la memoria.
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