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Los caprichos arbitrales del balonmano

Los caprichos arbitrales del balonmano

Valero Ribera, el mejor entrenador de balonmano de la historia, en sus tiempos de técnico del dream team , siempre solía mostrarse muy receloso de los arbitrajes, especialmente de visitante. No hay un deporte con un reglamento que otorgue tanto margen a la interpretación de sus reglas como el handball. El criterio de la pareja arbitral puede decantar el resultado de un partido de manera muy arbitraria. Esto es lo que le vino a suceder al Barça en su duelo de semifinales de la Champions frente al Magdeburg, en el que quedó en clara inferioridad al perder a tres jugadores, expulsados con tarjeta roja. En la última posesión, en que se decidió la suerte del partido, el equipo de Carlos Ortega, con tan solo tres defensores, quedó a merced del rival que lo aniquiló en el segundo final con un gol de Hornke que dejó KO al vigente campeón.

A pesar de intentar adaptarse a los tiempos actuales, con la utilización de las nuevas tecnologías, como el instant replay, el margen de decisión continúa siendo demasiado amplio a la hora de discernir, por ejemplo, entre una exclusión y una expulsión por tarjeta roja. Eso sucedió en Colonia, donde el estado húmedo del parquet de la pista no era el idóneo, como se comprobó en la roja a Ariño. Para colmo, los blaugrana no dispusieron en el último cuarto de hora de su jugador más desequilibrante, el lateral Dika Mem, lesionado.

Colgar el peso de la derrota en el debe de las decisiones arbitrales no sería del todo justo, dada la repercusión que ha tenido en el Palau la política de recortes económicos que ha afectado a las secciones para hacer frente a la economía de guerra del club. Por vez primera en muchos años, el Barça no ganará ninguna Copa de Europa esta temporada, y las expectativas de futuro no dan para ser muy optimistas. En el mismo balonmano, en esta final four hasta diez jugadores disputaron su último partido con la camiseta blaugrana, comenzando por la emblemática pareja de porteros formada por Nielsen y Pérez de Vargas. Mientras que en el baloncesto el técnico Peñarroya quedó en el desamparo de no poder cubrir ninguna de las numerosas bajas por lesión de jugadores decisivos (Laprovittola, Vesely, Núñez y Metu), sin recambio alguno.

El momento ilusionante que vive el club por la temporada exitosa en fútbol del joven equipo de Hansi Flick, motor emocional de la entidad, no se ha visto correspondido a escala europea por las secciones. Con el interrogante abierto del futuro Palau Blaugrana, del que por el momento nadie sabe ni contesta .Y esto es lo más preocupante.

lavanguardia

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