Los pasos sigilosos de Alan Pace y un clima de confianza marcan el mercado y el futuro del Espanyol

Cuando Alan Pace se lanzó a comprar el Burnley a las puertas de la pandemia, llevaba más de un año y medio de exploración. Del mercado, de la Premier, de lo que era el club, de las posibilidades que existían. Viajes, llamadas y reuniones. Junto a su fondo de inversión ALK Capital se lanzó a cerrar la operación porque conocía la letra pequeña; en ese caso concreto, la competitividad de una Premier League que ya lo envió dos veces a la categoría de plata.
Pero el plan trazado por el estadounidense y su grupo hizo que el club no se hundiera, sino que se mantuviera firme en su camino. “Los días difíciles terminarán, la fe siempre triunfa y las promesas celestiales siempre se cumplen”, reza uno de los lemas de los mormones. Al pie de la letra para Pace.
Lee también Alan Pace, el dueño del Espanyol que escucha a los socios: mormón, fan de Ted Lasso y familiar Alberto Martínez
Lo mismo ha conseguido en el Espanyol. Alan Pace ha llamado a personas cercanas y de confianza que conocían el club, incluso a periodistas extranjeros que están de corresponsales en la ciudad. Convencer a Rastar Group y a Chen Yansheng no fue fácil porque el resto de grupos que han pululado durante estos años por el accionariado perico se han topado con un no rotundo y definitivo. Desde Alejandra de la Vega y Paul Foster hasta Andrés Fassi, incluso grupos árabes i qatarís. A Chen no le gusta que le cambien los planes, aunque su rigidez se ha ido flexibilizando con el tiempo. La edad o las circunstancias.
Rastar, al final, mantendrá un 16% de su participación en el club perico y en la sociedad que controla al Burnley. No es un adiós, solo un paso atrás, quizás definitivo, aunque “Rastar confirma, con este paso adelante en la gestión, su firme convicción de que esta integración en el grupo VSL permitirá fortalecer tanto la estructura económica como la deportiva”.
Lee también Alan Pace mete al Espanyol en el dilema de la multipropiedad: o el modelo Red Bull o el de Marinakis Gerard Fermín
Una vez anunciado el acuerdo y con la voluntad de cerrar la operación, en la que se deja claro que “tanto el conjunto blanquiazul como el conjunto inglés formarán parte del mismo grupo, aunque cada uno se mantiene de forma independiente”, el proceso concluirá en las próximas semanas (los actores no se atreven a dar una cifra; no será inminente pero tampoco se dilatará, por lo que septiembre podría ser el mes más lógico).
”Puedes firmar la hipoteca, pero hasta que no tengas la escritura...”, se utiliza como metáfora. Esa frase deja varias evidencias. Una de ellas afecta al mercado. Quien fichará será el club presidido por Rastar Group, no el que ya estará en manos de ALK Capital, por lo que las inversiones que se realizarán serán las que estaba previstas.
No obstante, y con la facilidad de Alan Pace de desenvolverse -ligeramente- en español, se destaca que entre ambos grupos accionariales hay un clima de confianza en las altas esferas para poder hablar de aquellas decisiones inmediatas que se tomen.
Una vez se fructifique el acuerdo y se efectué los pagos de las acciones, se deberá aprobar la configuración de un nuevo Consejo de Administración y la elección de un presidente. Esto se realizará en una Junta General Extraordinaria, como ya sucedió en el traspaso anterior en el que Rastar Group se hizo con el club y se formó un nuevo Consejo que nombró presidente a Chen Yansheng.
Aquí deberá ocurrir lo mismo. “Hay que proponer en uno de los puntos del día un presidente y un nuevo Consejo y se deberá votar. Como los nuevos dueños tendrán la mayoría de las acciones, todo se aprobará y ahí ya quedará configurado el Consejo”, explica uno de los economistas que mejor conoce la Ley de Sociedades.
Mientras eso sucede, el Espanyol debuta esta tarde (19:00) ante el Peralada. La plantilla se aísla del palco. Saben que, de momento, en esta transición dulce, los planes se mantienen salvo algunos matices.
lavanguardia