“Gestión menstrual, un desafío socioeconómico”

La gestión menstrual en México sigue siendo un tema urgente y poco visibilizado, con implicaciones que van más allá de la salud individual, afectando también la economía, la educación y la igualdad de género. Datos recientes muestran que 69% de las personas menstruantes en el país reciben poca o nula información cuando tienen su primera menstruación, un indicador alarmante que refleja la necesidad de romper tabúes y promover educación accesible y precisa.
Este diagnóstico se dio a conocer en la primera Encuesta Nacional de Gestión Menstrual, realizada en 2022 por Essity, UNICEF y Menstruación Digna México. La encuesta no solo evidenció la falta de información, sino también la precariedad en el acceso a productos de higiene menstrual, la ausencia de espacios adecuados para gestionar la menstruación, y el impacto directo en la asistencia escolar y la productividad laboral, destacó Palmira Camargo, vicepresidenta de Comunicación de Essity.
Uno de los datos más contundentes es que 43% de las niñas en México han dejado de asistir a la escuela en algún momento debido a la menstruación, según UNICEF. Este abandono temporal genera una brecha educativa que repercute en el desarrollo económico y social del país, limitando las oportunidades de crecimiento y equidad para millones de mujeres jóvenes.
Desde el sector privado, Essity ha impulsado diversas iniciativas como “Ciclo M”, un festival educativo y plural que busca desestigmatizar el ciclo menstrual a través de talleres, charlas y experiencias vivenciales que incluyen a mujeres, hombres, adolescentes, familias, autoridades y expertos con el objetivo de abrir la conversación sobre menstruación sin tabúes y fomentar la inclusión en todas las áreas de la sociedad, señaló Palmira Camargo.
Además, Essity promueve el acceso a productos seguros y asequibles bajo su marca Saba, mientras hace un llamado para que las políticas públicas garanticen la distribución gratuita de insumos de higiene menstrual, especialmente para poblaciones vulnerables. La empresa también colabora con UNICEF en el programa “La higiene es nuestro derecho”, que se enfoca en garantizar baños escolares seguros, con agua potable, jabón y papel higiénico, condiciones básicas indispensables para que niñas y adolescentes puedan gestionar su menstruación dignamente.
Otro aspecto crucial es el impacto de la menstruación en la productividad laboral. En 2023, Essity lanzó junto a Dalia Power y Plena una encuesta que analiza cómo el ciclo menstrual afecta el desempeño en el trabajo, apuntando a la importancia de adaptar políticas laborales que reconozcan esta realidad y promuevan entornos laborales inclusivos, agregó la vocera.
La participación masculina también es clave para la transformación cultural. “Solo 4 de cada 10 hombres hablan sobre menstruación con sus hijas, y casi ninguno con sus hijos varones, lo que refleja la necesidad de integrar a los hombres en esta conversación para eliminar estigmas y promover una cultura de respeto y cuidado compartido”, explicó la VP de comunicación de la compañía.
Finalmente, la gestión menstrual debe incluir también la atención médica para prevenir y diagnosticar padecimientos asociados, como la endometriosis, cuyos síntomas suelen normalizarse erróneamente, afectando la calidad de vida de muchas mujeres.
Para avanzar hacia una sociedad más equitativa, es imprescindible que la información menstrual verídica llegue a todos, que se hable abiertamente y que se promuevan políticas públicas y privadas integrales. La gestión menstrual es una cuestión de derechos humanos, educación, salud y productividad, que merece una atención transversal y prioritaria.
Eleconomista