Ángela de Miguel (Cepyme): "Cuanto más divididos estemos, más cómodo será para el Gobierno porque la división favorece el intervencionismo"

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Todavía se está instalando en el despacho que hasta hace apenas diez días ocupaba Gerardo Cuerva. Ángela de Miguel es la nueva presidenta de Cepyme y ha llegado al cargo tras un duro proceso electoral que partió a la patronal en dos. Encara el reto de cerrar grietas con la convicción de que una organización dividida favorece el intervencionismo del Gobierno. Y se sentará a negociar las grandes reformas laborales y económicas con un claro objetivo: que cese la política de maltrato legislativo a las pymes.
- ¿Qué tal el aterrizaje?
- Estamos haciendo una transición muy tranquila. Cepyme tiene 40 años y es un transatlántico. Puede que haya cambiado el timonel, pero la trayectoria se mantiene.
- ¿Qué ocupa su agenda estos días?
- Queremos tener mucha más presencia, con lo cual estamos tratando de llegar a todos los territorios y escuchar a las diferentes organizaciones. Cepyme lo tenemos que construir entre todos y tenemos que ir viendo qué dirección vamos tomando de una manera consensuada con la gran mayoría de la organización.
- En campaña anunció que, al contrario que Cuerva, usted sí tendría un sueldo como presidenta de Cepyme. ¿Sabe ya cuánto va a cobrar?
- No es una prerrogativa del presidente. Lo decidirá una comisión y tendrá que aprobarse. No es algo que me preocupe especialmente. En cualquier caso, menos de lo que me pagaría cualquier despacho de abogados.
- ¿Ha podido despachar ya con algún miembro del Gobierno?
- Todavía no. Aunque me ha felicitado el presidente y varios ministros.
- ¿Qué espera de la vicepresidenta Yolanda Díaz? Su relación con Cuerva no era especialmente buena.
- Frente a cualquier ministerio y frente a cualquier gobierno, defenderemos propuestas para las pymes. Hay que pensar en las empresas más pequeñas. La mayoría tienen menos de cuatro trabajadores y son las grandes olvidadas de la legislación. Eso es absolutamente inasumible y lo vamos a decir a quien sea y donde sea.
- ¿Con quién cree que va a ser más difícil negociar, con Yolanda Díaz o con Carlos Cuerpo?
- Independientemente de las personas, lo importante es la pyme. Espero que Díaz y Cuerpo entiendan la importancia de las pequeñas empresas y no las maltraten legislativamente como se ha hecho hasta ahora.
- Le pregunto porque mantienen posturas diferentes sobre algunas reformas económicas...
- Nosotros negociamos con el Gobierno. Nuestro trabajo es proponer y negarnos a cualquier política que no sea buena para la pyme.
- Cuerva denunció presiones de Moncloa para echarle. ¿Cree que el Gobierno está cómodo con el resultado?
- Yo no sé si eso es verdad o es mentira. Lo que sí tengo claro es que la unidad de acción de una institución independiente, como somos las organizaciones empresariales, haciendo frente común es lo más incómodo que puede haber para un Gobierno. La división favorece el intervencionismo. Cuanto más divididos estemos, más cómodo será para el Gobierno. Y cuanto más fuertes seamos, más fácil tendremos poder hacer frente a cualquier política pública que haga daño a las empresas.
- ¿No cree entonces que usted resulta más cómoda para el Gobierno que Cuerva como presidenta de Cepyme?
- Si el Gobierno acepta nuestras propuestas y conseguimos que crezcan las pymes, seré muy cómoda. Si no las aceptan, seré muy incómoda.
- Cuerva obtuvo un 42% de los votos. ¿Eso no deja tocada la unidad?
- Que haya dos modelos dentro de una organización no tiene por qué significar una ruptura. Estamos en Cepyme y en CEOE voluntariamente y pagamos una cuota. Lo que hay que hacer es remar en la misma dirección para que la organización sea potente, aunque en un momento determinado veamos caminos distintos. Eso es sano y natural y nos obliga a repensar la organización. No tenemos un pensamiento único, no somos una dictadura. Somos una organización democrática, pero eso no significa que estemos divididos.

La presidenta de Cepyme, Ángela de Miguel, durante la entrevista con EL MUNDO.ANGEL NAVARRETE
- ¿Ha contactado con los grupos políticos para interesarse por la tramitación de la reducción de jornada?
- Los equipos están trabajando. Estoy convencida de que no se va a aprobar en el Parlamento. Es una auténtica barbaridad y es inasumible para las empresas más pequeñas.
- ¿Confían en la enmienda de Junts?
- Estamos planteando nuestras posiciones y propuestas a todos los grupos. Países como Alemania o Dinamarca están en 48 horas. No vamos a poder competir a nivel global y muchas empresas van a tener que cerrar.
- ¿Qué va a hacer el PP?
- Creo que son bastante sensibles a la propuesta de no reducir la jornada, pero lo tendrán que decir ellos.
- Hubo un momento en el que apostaron por la jornada de cuatro días...
- En algún momento puede haber confusiones o se pueden malinterpretar determinadas cuestiones. Creo que van a estar alineados con quien tienen que estar porque la jornada de 37,5 horas nos llevaría a una gran crisis económica. España no se puede permitir un coste de 23.000 millones con el nivel de deuda que tenemos.
- Junts ha pedido que la medida se adapte a Cataluña. ¿Qué le parece?
- Hay territorios que están más especializados en determinados sectores, pero la unidad de mercado es muy importante. Ese tipo de soluciones no son buenas para nadie. Creemos en la igualdad de todos los ciudadanos y de todas las empresas.
- Hasta ahora, Cepyme ha mantenido una postura más dura que CEOE contra la OPA de BBVA a Sabadell. ¿Va a seguir en esa línea?
- Hay que buscar un modelo que garantice el acceso a la financiación de las pymes, porque tienen muchísimas más dificultades que las empresas más grandes.
- ¿Cree que el Gobierno debe endurecer las condiciones?
- Nosotros defendemos la libertad de empresa y creemos que es muy importante la seguridad jurídica para estas operaciones y para las que vengan en el futuro, porque si no vamos a tener problemas cuando queramos inversión internacional.
- ¿Cuál va a ser su posición sobre la indemnización por despido?
- Tenemos un mercado laboral cada vez más rígido y eso implica que cuando hay una crisis económica España es de los países que más sufre a nivel de empleo y cierre de empresas. Ahora, con la amenaza arancelaria es muy probable que se ralentice la economía y eso va a hacer que las empresas se tengan que adaptar. Si nuestro modelo es rígido, la única manera de adaptarse es cerrando.
- ¿Para eso no están los ERTE?
- Los ERTE son para situaciones coyunturales cortas, pero cuando estamos hablando de aranceles, las empresas exportadoras no saben cuándo van a poder recuperar el mercado. Cada situación de crisis requiere soluciones diferentes.
- ¿Qué le parece lo que está ocurriendo en el Banco de España?
- R. El Banco de España tiene que ser independiente. Sólo el hecho de que sea noticia es preocupante, porque está debilitando a la institución.
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