Gobierno británico recula en recorte a ayudas de combustible

En lo que la oposición ha calificado como una «humillante marcha atrás», el gobierno del Reino Unido anunció este 9 de junio que no seguirá adelante con los polémicos recortes a los Pagos de Combustible de Invierno para millones de pensionistas, cediendo a una intensa presión pública.
La ministra de Economía del Reino Unido, Rachel Reeves, se vio forzada a anunciar un cambio de política radical, confirmando que el gobierno laborista ha «escuchado» y no aplicará los recortes previstos a las ayudas que reciben los pensionistas para pagar la calefacción durante el invierno. La medida original buscaba limitar el pago solo a aquellos con menores ingresos que recibían créditos de pensión, pero la reacción fue tan negativa que ha obligado al ejecutivo a rectificar.
En lugar del recorte drástico, el gobierno ha establecido un nuevo umbral. A partir de ahora, los pensionistas con un ingreso familiar de hasta 35,000 libras anuales seguirán recibiendo el Pago de Combustible de Invierno, que asciende a 200 libras (o 300 para los mayores de 80 años). Se estima que cerca de 9 millones de pensionistas se beneficiarán de esta ayuda, que tendrá un coste para las arcas públicas de 1,250 millones de libras.
«Hemos escuchado las preocupaciones legítimas de los pensionistas que, aunque no están en la pobreza extrema, dependen de esta ayuda para llegar a fin de mes. La mejora del panorama económico nos permite hacer este ajuste», declaró Reeves.
Descripción sugerida: Un gráfico explicando el antes y el después de la política de ayudas de combustible, o una imagen de un pensionista en su hogar durante el invierno.
A pesar de la rectificación, la oposición no ha perdido la oportunidad de atacar al gobierno. La portavoz de los conservadores, Kemi Badenoch, calificó la decisión de «humillante marcha atrás» que demuestra «caos y falta de un plan claro». Los liberaldemócratas y el Partido Nacional Escocés (SNP) también criticaron la gestión del gobierno.
Por su parte, think tanks como la Resolution Foundation, aunque celebraron la ayuda, criticaron el mecanismo, señalando que crear un «precipicio» en las 35,000 libras podría generar injusticias y desincentivos.
«Es un reconocimiento de que intentaron quitarle dinero a los pensionistas y fueron descubiertos. No es un acto de generosidad, es un acto de pánico político.» – Kemi Badenoch, Partido Conservador.
Reeves aseguró que el coste de la medida no requerirá de nuevos préstamos y que los detalles sobre cómo se financiará se revelarán en el presupuesto de otoño. Se especula que podría financiarse a través de un «impuesto sigiloso» (stealth tax), recuperando el dinero de los pensionistas con mayores ingresos a través del sistema fiscal. La decisión pone fin a semanas de incertidumbre y críticas, pero deja al gobierno con el reto de explicar cómo cuadrará las cuentas sin generar nuevos problemas económicos.
La Verdad Yucatán