Infusión de hojas de limón y guayaba: el potente antioxidante que, además, cuida tu digestión

En muchas casas mexicanas, los árboles de limón y guayaba son más que fruta fresca: sus hojas guardan secretos de herbolaria que se transmiten de generación en generación. Convertidas en infusión, liberan un perfume cálido, notas cítricas y propiedades que van mucho más allá del sabor.
La hoja de guayaba es un potente antioxidante, rica en compuestos fenólicos y flavonoides que ayudan a combatir radicales libres y proteger la salud celular. Además, es reconocida por su efecto digestivo, aliviando malestares leves como cólicos o diarreas.
Por su parte, la hoja de limón aporta aceites esenciales que relajan, perfuman y dan un toque fresco y herbal. La combinación de ambas crea una bebida cálida y funcional, que reconforta y apapacha en días frescos o lluviosos.
Beneficios principales:
- Potente efecto antioxidante por los flavonoides de la hoja de guayaba.
- Ayuda a la digestión ligera y alivia malestares estomacales.
- Aroma relajante que ayuda a reducir el estrés.
- Efecto antiinflamatorio suave.
- Sin cafeína, ideal para noches frescas.
Ingredientes para 2 tazas:
- 4–5 hojas de limón bien lavadas (frescas o ligeramente secas).
- 4–5 hojas de guayaba tiernas o jóvenes.
- 2 tazas de agua.
- Miel o piloncillo al gusto (opcional).
- 1 rajita de canela (opcional para un toque especiado).
Procedimiento:
- Lava bien las hojas para retirar cualquier residuo o polvo.
- Calienta el agua en un cazo pequeño hasta que hierva.
- Agrega las hojas de limón y guayaba (y la canela si la usas).
- Reduce el fuego, tapa y deja hervir suavemente por 3–5 minutos.
- Apaga el fuego y deja reposar 5 minutos más para intensificar sabor y propiedades.
- Cuela y sirve caliente. Endulza al gusto con miel o piloncillo si deseas.
- Usa hojas frescas para un aroma más intenso.
- Combina con hierbabuena o menta para un toque extra fresco.
- Ideal para un momento de relajación por la noche.
- La miel potencia las propiedades antimicrobianas y agrega dulzura natural.
Eleconomista