Piketty vs Waldenström

La reciente presencia en Barcelona del economista sueco Daniel Waldenström en una conferencia organizada por el Foro Fiscal del Instituto de Economía de Barcelona en el Círculo de Economía, ha impulsado el debate sobre las medidas que hay que tomar para reducir la desigualdad en las economías de mercado desarrolladas. En este debate ha tenido una presencia relevante el economista francés Thomas Piketty que con su obra seminal, El capital en el siglo XXI (2013), ha promovido la tesis de que el capitalismo tiende a generar por sí mismo desigualdades extremas, como las que se observaron en el siglo XIX, y que la única manera de evitar esta situación es implantar un impuesto global progresivo sobre el patrimonio junto con mayores impuestos a las rentas más elevadas y a las herencias. También señala que la reducción de la desigualdad observada en el siglo XX fue atípica dado que se podría explicar por la influencia de los conflictos bélicos que asolaron el mundo en dicho período y las políticas keynesianas que emergieron como consecuencia.
El economista francés Thomas Piketty en una imagen de archivo
Llibert Teixidó / La VanguardiaDaniel Waldenström en su reciente libro Richer and more equal (2024), sin alejarse radicalmente de las tesis de Piketty, comparte el objetivo de reducir la desigualdad utilizando una metodología similar. Ambos sostienen que la riqueza acumulada y el papel de las herencias sigue siendo clave para mantener la riqueza en las mismas familias; pese a todo ello, para Waldenström , el capitalismo en las sociedades desarrolladas ha aumentado el tamaño de la clase media y su participación en la riqueza total de la sociedad y que la clave de ello fue el cambio político e institucional que permitió a los ciudadanos educarse, tener mejores salarios e incrementar su riqueza mediante el ahorro para la vivienda y la pensión.
Coincidencias Sostienen que la riqueza acumulada y el papel de las herencias sigue siendo clave para mantener la riqueza en las mismas familiasSu conocimiento de la política fiscal en Suecia le hace ser, sin embargo, más escéptico sobre los impuestos a la riqueza por los problemas de evasión y fuga de capitales (en Suecia se eliminó el impuesto sobre sucesiones en el año 2005 y el impuesto sobre el patrimonio en 2007) y propone diseñar mejor los impuestos mediante bases impositivas más amplias en lugar de simplemente aumentar los tipos impositivos. Es aquí donde las diferencias son más acusadas entre Piketty y Waldenström, el primero sostiene que los impuestos sobre el patrimonio y las sucesiones generan ingresos y no suponen grandes distorsiones mientras que el segundo sostiene que es necesario gravar el capital, pero gravando las rentas del capital y no la riqueza y las herencias.
Waldenström enfatiza la importancia de las políticas que mejoren la movilidad social, mediante la inversión en educación y el acceso al capital para emprendedores que, sostiene, influyen, también, en la movilidad intergeneracional. Demos la bienvenida a este debate que reivindica el papel de los economistas, mucho más cuando se sustenta con estudios detallados muy lejos de lo que ahora predomina donde la frivolidad y la falta de rigor caracteriza las decisiones que está tomando la actual administración norteamericana.
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