Sofía Alrich Veytia: Trascendencia y vibración en la gráfica contemporánea

En un presente donde los límites del arte se transforman en conexiones, la obra de Sofía Alrich Veytia se erige como un testimonio elocuente de la capacidad del arte para trascender lo meramente visual.
Sofía, con una notable consolidación en Londres desde 2022, no solo es una voz clave en la gráfica expandida, sino una exploradora audaz de prácticas híbridas que fusionan magistralmente técnicas ancestrales con la vanguardia digital, todo ello enmarcado en una rigurosa reflexión filosófica y una sensibilidad estética inconfundible que está redefiniendo nuestra percepción del arte contemporáneo.
La calidad excepcional de su trabajo no solo reside en su ejecución, sino en la profundidad de su concepto y su resonancia emocional.
Sofía Alrich Veytia, artista.Cortesía
Como bien lo articula la propia artista, su investigación visual y teórica es un viaje que explora la profunda correspondencia entre la espiritualidad, la naturaleza, la humanidad y el cosmos. Sofía se enfoca en la vibración, el espíritu y la trascendencia como los ejes que conectan estos mundos, buscando dar forma a lo intangible a través del grabado. Sus figuras amorfas, que evocan simultáneamente lo microscópico y lo macrocósmico, son un puente visual entre el cuerpo humano y la vida natural, revelando paralelismos asombrosos que invitan a una contemplación profunda.
La trayectoria académica de Sofía es impecable: desde su Maestría en Artes Plásticas con especialidad en Grabado por la University of the Arts London –donde se graduó con honores entre 2022 y 2023–, hasta su Licenciatura en Artes Visuales en la Universidad Anáhuac México y diplomados internacionales. Este sólido fundamento se ha traducido en reconocimientos de alto prestigio, como el Hausprint Studio Award (2023), que le otorgó un año gratuito del uso del estudio, y el Volcanic Editions Editioning Prize (2023), brindándole acceso al taller para desarrollar una edición de grabado. Su estatus como miembro honorario de People of Print y sus invitaciones a conferencias en la Universidad de Brighton (2024) y paneles con figuras destacadas, como en la Woolwich Contemporary Print Fair 2023, validan su influencia en el circuito internacional.
Además, su colaboración actual como impresora gráfica en Thumbprint Editions (desde junio 2024), imprimiendo ediciones para artistas de la talla de Cornelia Parker, Harland Miller y Yinka Shonibare, así como para galerías de renombre como White Cube, Manifold Editions y Christea Roberts, subraya su profundo dominio técnico y su respeto por el oficio, elevando el listón de la excelencia en la gráfica contemporánea.
Esta maestría técnica se entrelaza con una profunda concepción filosófica de su proceso. Para Sofía, la matriz gráfica trasciende el mero soporte para convertirse en una metáfora ontológica: es el "mundo de las Ideas de Platón", y la estampa impresa, la "sombra en la cueva", un reflejo, un velo de conceptos originales que nos preceden. Este principio hermético de "Como es arriba, es abajo" se materializa al abstraer imágenes naturales, revelando las conexiones inesperadas que unen nuestro universo.
Su obra ha sido ampliamente expuesta en destacadas muestras colectivas e individuales en México y Europa, consolidando su presencia en la escena artística internacional. Exhibiciones como Our Subtle Body en Hausprint Studio (Londres, junio 2025), And You Would Have to Believe It en Copeland Gallery (Londres, julio 2024), Works on Paper y The Way of All Flesh en Blue Shop Gallery y Saatchi Gallery (2024) respectivamente, y su participación en la Woolwich Contemporary Print Fair, son prueba de la constante relevancia y visibilidad de su propuesta, demostrando una calidad artística que resuena globalmente.
Syncretic.Cortesía
El trabajo de Sofía con técnicas de grabado tradicionales —intaglio, barniz blanco, fotopolímero, aguafuerte— se convierte así en un puente fascinante entre lo microscópico y lo macrocósmico, y entre lo visible y lo invisible. Sus series como Everything Moves, Everything Vibrates, Rubedo e Ignis no solo son títulos evocadores, sino la materialización de una tensión constante entre energía, transformación y flujo. La matriz no es solo un soporte, sino un útero simbólico donde lo intangible se inscribe, donde la materia se vuelve vehículo de lo efímero y trascendente.
Lo que realmente distingue la obra de Sofía es la impecable conjugación de una técnica rigurosa con una reflexión conceptual profunda. Inspirada por principios herméticos, la física cuántica y la Teoría de Cuerdas, su arte desafía la mirada estática del espectador para conducirla hacia una experiencia vibratoria y holística de una calidad impactante. Su propuesta nos invita a expandir nuestra percepción, generando un diálogo único entre saberes ancestrales y ciencia moderna, y entre cuerpo, espíritu y cosmos. Este proceso creativo es, para ella, un acto meditativo y ritual, donde cada trazo y textura canalizan fuerzas invisibles, dotando a la obra de una energía que vibra y se expande, transformándola en un portal hacia otras realidades perceptivas.
Su sensibilidad particular hacia el color refuerza esta dimensión mística. Los tonos rojos y rosas, recurrentes en su obra, no son meros elementos estéticos, sino poderosos símbolos que evocan la sangre, la vida, la vulnerabilidad y, crucialmente, la transformación espiritual. Este uso del color, intrínsecamente ligado a la tradición alquímica y la cultura mexicana, establece un diálogo íntimo entre cuerpo y cosmos, entre materia y vibración.
Obra Pictórica: el espacio sinérgico de la conexión introspectiva
La pintura reciente de Sofía Alrich Veytia, Vivimos en un Espacio Sinérgico, es un viaje introspectivo que profundiza en la conexión entre el ser humano, la naturaleza y lo intangible. A través de acrílicos de formatos medianos a grandes, la artista despliega un lenguaje visual donde lo orgánico y lo efímero se entrelazan para abrir ventanas a un universo simbólico interno. Su paleta, dominada por cálidos rojos y rosas, reitera su simbolismo de vida, sangre y transformación espiritual, arraigado en la alquimia y la cultura mexicana. Las formas orgánicas y los flujos líquidos invitan a la contemplación, generando una experiencia sensorial de una riqueza que supera la mera representación. Una pieza conmovedora, que remite a un árbol en La Marquesa con las cenizas de su abuela, es un puente íntimo entre memoria, naturaleza y espiritualidad, demostrando su impecable dominio técnico y profunda sensibilidad para fusionar lo tangible con lo intangible, haciendo de sus lienzos espacios de diálogo entre cuerpo, cosmos y espíritu.
Obra videográfica: lo intangible en movimiento contemplativo
En el ámbito videográfico, Sofía Alrich Veytia revela otra faceta de su exploración. Ella explica que lo digital, al trascender la temporalidad, alude a lo intangible, y por eso lo utiliza como primer paso antes de plasmar una imagen física. Su investigación se centra en la interconexión sublime entre el hombre, la naturaleza y el cosmos, temas intrínsecamente intangibles que busca representar a través de medios inmateriales como la fotografía y el video.
Su propuesta en video es un ejercicio sensorial que conecta humanidad, naturaleza y cosmos mediante imágenes manipuladas digitalmente. Videos de aproximadamente cuatro minutos, como Correspondence y Axis Mundi, parten de grabaciones en entornos naturales para transformarse en abstracciones que invitan a un viaje contemplativo interno. Estas proyecciones inmersivas exploran la dualidad natural/sintético, evocando piel, sangre y cosmos, y abordando temas de regeneración y conexión espiritual. El diseño sonoro de Santiago Barron complementa magistralmente estas atmósferas, con elementos orquestales y campanas que generan un espacio-tiempo de reflexión, belleza y misterio, consolidando una experiencia videográfica de altísima factura.
Sofía Alrich Veytia es, en definitiva, una artista integral e innovadora cuyo trabajo exhibe una calidad artística sobresaliente y consistentemente elevada. Nos invita a explorar las profundidades de la espiritualidad a través de una fusión única y vibrante entre técnicas tradicionales y las nuevas tecnologías. Su obra, cargada de simbolismo y energía vibratoria, trasciende la mera visualidad para convertirse en un portal entre el cuerpo, la naturaleza y el cosmos, recordándonos la conexión invisible que sostiene nuestra existencia. En un mundo cada vez más acelerado, su trabajo ofrece un preciado espacio de contemplación y trascendencia donde lo efímero se vuelve eternamente significativo, dejando una huella indeleble en la gráfica y el arte contemporáneo.
Eleconomista