Adiós a las uñas largas: las 3 formas cómodas y elegantes que están en tendencia este 2025

Hasta hace poco, las uñas muy largas, puntiagudas o exageradas eran las protagonistas de todas las redes sociales. Pero este invierno 2025, la tendencia en uñas da un giro importante y se imponen las uñas de largo medio a corto, con formas más clásicas y elegantes.

Se trata de tres estilos que ya se están viendo cada vez más en salones y en Instagram: almendradas, cuadradas y redondeadas. Además de ser mucho más prácticas, estas formas se adaptan mejor a la rutina diaria, son cómodas y van con todos los estilos.

Tener las manos cuidadas no implica tener que vivir pendiente de no romper una uña. Este 2025, se trata de volver a lo cómodo, lo funcional y lo estéticamente armonioso. Las uñas almendradas, cuadradas o redondeadas no solo están de moda, sino que responden a un estilo de vida más práctico, donde no tenés que elegir entre estar arreglada o poder usar las manos con libertad.

Las uñas largas se dejaron de usar porque muchas mujeres están buscando comodidad sin perder estilo. Las uñas súper largas pueden ser llamativas, pero no siempre son prácticas: te complican al usar el celular, al escribir, al abrir cosas, al abrochar botones… y ni hablar si se te rompe una.

La nueva tendencia apunta a algo más funcional, pero igual de prolijo y estético. Además, hay un regreso a lo natural, al “menos es más”, y eso también se ve en el mundo de las uñas. Hoy se priorizan manos limpias, bien esmaltadas, pero sin artificios excesivos. Como en la moda, el equilibrio entre lo clásico y lo moderno marca el ritmo de la temporada.

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Las uñas almendradas son femeninas, suaves y muy elegantes. La forma almendrada se caracteriza por tener los lados ligeramente curvos y terminar en una punta redondeada, como una almendra (de ahí el nombre).

Este estilo alarga visualmente los dedos y da un efecto delicado que va genial tanto con colores neutros como con esmaltes más osados. Además, son ideales para quienes buscan una forma más estilizada, pero sin llegar a los extremos afilados o puntiagudos.

Este invierno podés llevarlas con tonos beige, grises, marrones o nude. También quedan bárbaras con efecto glaseado, tipo “donut nails”, o con algún pequeño detalle de nail art minimalista.

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Sí, las uñas cuadradas están de vuelta. Son las más tradicionales y ofrecen una estética fuerte, limpia y prolija. Son perfectas para quienes quieren un look más sobrio y estructurado. Se llevan con bordes bien definidos, pero no tan afilados, para evitar que se enganchen o se astillen fácilmente.

Este invierno podés llevarlas con esmaltes en tonos neutros como off-white, nude, gris topo o marrón claro. También funcionan muy bien con diseños geométricos o detalles metálicos. Una versión moderna del francés con la punta más difusa o en tonos invernales también puede levantar esta forma.

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Las uñas redondeadas son, tal vez, las más atemporales y naturales. Su forma suave sigue la línea natural del dedo, por lo que es ideal para quienes tienen las uñas cortas o débiles. Son fáciles de mantener y súper versátiles: van con todo, desde un jean y remera básica hasta un outfit más formal.

Este invierno podés llevarlas con esmaltes en tonos nude clásico, rosa pálido o colores lechosos. Si te gusta lo sutil pero con un toque original, podés sumar un brillo muy fino o detalles en la cutícula, como piedritas o líneas doradas.

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