La migración hacia Europa está disminuyendo, ¿por qué los países continúan con la represión?

Las solicitudes de asilo a la Unión Europea, Suiza y Noruega cayeron un 23 por ciento en los primeros seis meses de 2025, impulsadas por una caída masiva en el número de sirios que buscan protección, mostraron el lunes nuevos datos de la UE.
De manera similar, los cruces fronterizos irregulares detectados hacia el bloque de 27 naciones disminuyeron un 20 por ciento en el mismo período, según la agencia fronteriza de la UE Frontex, y las llegadas a través de los Balcanes disminuyeron drásticamente.
Pero, independientemente del panorama que pinten los datos, con los partidos de derecha y de extrema derecha en ascenso en todo el bloque, la presión para adoptar medidas duras en materia migratoria nunca ha sido mayor.
"A nivel político, existe la sensación de que tenemos que responder a las preocupaciones de los ciudadanos en materia de migración", resumió Camille Le Coz, director del centro de estudios Migration Policy Institute Europe.
Para los partidos que promueven una línea dura, la caída en la llegada de inmigrantes sólo soluciona parte del problema.
"No puede ser el único parámetro a tener en cuenta", declaró a la AFP Fabrice Leggeri, exjefe de Frontex y actualmente diputado europeo del partido francés de extrema derecha Agrupación Nacional.
También es necesario "un aumento en los retornos", sostuvo.
En la actualidad, menos del 20 por ciento de las personas a las que se les ordena abandonar el bloque regresan a su país de origen, según datos de la UE.
La Unión Europea alcanzó el año pasado un pacto migratorio histórico que entrará en vigor en 2026 y que endurece los procedimientos fronterizos y prevé deportaciones aceleradas.
Pero muchos países consideraron que no era suficiente.
En octubre del año pasado, los líderes de la UE pidieron una nueva legislación para aumentar y acelerar los retornos, y para que la Comisión evaluara formas "innovadoras" de contrarrestar las llegadas irregulares.
Desde entonces, el ejecutivo de la UE ha sentado las bases para que los estados establezcan centros de retorno de migrantes fuera del bloque y propuso una ampliación de las condiciones en las que se puede detener a los migrantes irregulares.
También publicó una lista de países de "origen" que considera "seguros", lo que dificultará que los ciudadanos de esas naciones soliciten asilo.
'Aliviando la presión'
Mientras tanto, los datos de la Agencia de Asilo de la Unión Europea (EUAA) mostraron que los países de la UE más Suiza y Noruega (UE+) recibieron 399.000 solicitudes de asilo en total en los primeros seis meses de 2025, la cifra más baja desde 2021.
La EUAA dejó en claro que la notable reducción "no se debió a cambios de política en la UE+", sino a una caída masiva en el número de sirios que buscaron protección tras el derrocamiento del gobernante de larga data Bashar al-Assad.
Los sirios, que durante mucho tiempo representaron la mayor cantidad de solicitantes, ahora son el tercer grupo más grande, detrás de los venezolanos y los afganos.
Sin embargo, al comentar las cifras, el Comisario de Migración, Magnus Brunner, subrayó el objetivo de realizar más reformas.
"Nuestras propuestas a partir de la primavera reforzarán la cooperación con terceros países, garantizando que los retornos sean efectivos y aliviando la presión sobre nuestros sistemas de asilo", escribió en X.
Los planes de la UE han sido criticados por legisladores de izquierda y grupos de la sociedad civil como crueles y represivos.
Pero los partidos de derecha, que dominan en el Parlamento Europeo, y una mayoría de los Estados miembros quieren seguir adelante, impulsados en particular por Alemania, Austria y los países escandinavos de la UE.
Bajo el liderazgo de Dinamarca, que ostenta la presidencia rotatoria de la UE, los 27 ya han comenzado a examinar varias de las nuevas medidas, indicaron varias fuentes a la AFP.
A pesar de algunas reservas sobre cuestiones de derechos, expresadas principalmente por España, Irlanda y Portugal, los Estados miembros esperan adoptar una posición común a finales de año.
El objetivo es iniciar conversaciones a principios del próximo año con el Parlamento, donde se están llevando a cabo negociaciones internas que se muestran duras en la cuestión de los "centros de retorno" en particular, según varios legisladores involucrados.
Al mismo tiempo, se están iniciando delicadas conversaciones entre la Comisión y los Estados miembros sobre un nuevo sistema para compartir la carga de acoger a los solicitantes de asilo.
El punto de partida es acordar qué países de la UE están más sujetos a la "presión migratoria" y, en consecuencia, cuántos inmigrantes deberían acoger los demás estados o a cuántos deberían prestar ayuda financiera.
Bruselas entregará su evaluación sobre este delicado asunto el 15 de octubre.
"Pásenme las palomitas", bromeó un funcionario de la UE, en un guiño a lo que se prevé que sean unas negociaciones muy tensas.
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