Amplio consenso político para modificar la Ley de Costas y salvar los clubes de playa

La Federació Catalana de Vela (FCV) amparada por la Unió de Federacions Esportives de Catalunya (UFEC) mantiene una estrategia paralela a los recursos judiciales de la entidad social, que permitiría salvar y, momentáneamente, imponer una moratoria sobre las ejecuciones dictadas por la Dirección General de Costas. En paralelo, el Tribunal Supremo, a petición de los servicios jurídicos del club, estudia si suspende el acuerdo impuesto por el Ministerio de Transición Ecológica.

En una rueda de prensa celebrada ayer en la sede del Club de Mar, que contó con una afluencia masiva de socios y entidades deportivas y otros clubes que se solidarizan con la situación que sufre el emblemático centro deportivo de Sitges, la presidenta de la entidad, Gemma Marcé, aseguró que “no damos aún la lucha por perdida” pese a que cada día se suceden impedimentos. “Es clave salvar el club, pero también el patrimonio catalán que supone el patí de vela”. La presidenta, que agradeció todos los apoyos, lamentó la ausencia de la alcaldesa de Sitges, la republicana Aurora Carbonell, de quien recordó “nos apoya, pero no está aquí”.

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El presidente de la FCV, Josep Maria Isern, que habló en representación de 17 federaciones deportivas catalanas de deportes mar, impulsan una mesa de trabajo con la finalidad de lanzar la alerta sobre “el riesgo en el que se encuentran los deportes de mar en Catalunya” sometidos a una Ley de Costas que “nos oprime” y una actuación del Ministerio “implacable”.

Isern detalló que la Conselleria d'Esports de la Generalitat e incluso el Consejo Superior de Deportes español, apoya las reivindicaciones de los clubs y federaciones catalanas. “Los deportes náuticos deben tener los mismos derechos que el resto de deportes” que cuentan con las debidas instalaciones para su práctica.

En cuanto al ámbito político, Isern detalló que “una amplia mayoría del Parlament y del Congreso de los Diputados, ve con buenos ojos modificar el artículo 70 del reglamento de la Ley de Costas”. Con ello se lograría paralizar la demolición del Club de Mar de Sitges, prevista para el próximo dia 2 de junio. “Nuestra estrategia es poner el foco en que están en riesgo los deportes de mar” si los clubes ven peligrar su supervivencia. “El consenso se obtiene cuando sólo hablas de deporte” subraya Isern. Incluso los gobiernos estatal y catalán verían bien modificar el reglamento, pero lamentablemente “el ministerio, con las últimas actuaciones en Sitges, ha roto la negociación” lo que aseguró “nos provoca una gran decepción.

En este mismo ámbito, Pilar Calvo, diputada de Junts en el Congreso de los Diputados, lidera la reivindicación y el acuerdo para modfiicar la Ley de Costas. “El objetivo es salvar el deporte” aseguró ayer, al margen de las contradicciones del gobierno español, que “por un lado acuerda con el museo Reina Sofia y la fundación Coderch preservar la obra del arquitecto” pero por otro impulsa la demolición de un edificio catalogado en el archivo de bienes culturales de Catalunya, igual que la piscina del club inaugurada en 1932 por el entonces presidente de la República, Manuel Azaña, y otro, el restaurante Pic-Nic diseñado en los años 40 por el mismo arquitecto.

Calvo, sin embargo lamenta que por el momento no haya habido una aceptación tácita a la enmienda presentada vehiculada desde los clubes amparados por la UFEC. “Proponen que se estudie cada caso, club por club” lo que no aceptan, ni desde Junts, ni desde los clubes catalanes, ya que “generará una gran desconfianza”. Desde Junts, apunta Calvo “seguiremos luchando porqué es una causa que, más allá de ser justa, es necesaria” por lo que es exigible dar una respuesta que “permita mantener estas entidades haciendo deporte en el mar”.

La diputada, también lamenta la posición del gobierno del PSC, que no se ha manifestado al respecto. “Al final un partido que le debe obediencia a Madrid, acaba haciendo lo que le dicta el presidente Sánchez”. En resumen “la actitud de Salvador Illa va en detrimento de las reivindicaciones” cuando asegura “debería estar plantando cara al PSOE y no plegarse a los dictados de Madrid”.

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De modificar la ley de Costas para garantizar la práctica deportiva de los clubes de playa y otros clubes náuticos que también corren peligro de desaparecer, tal como pretende el informe elaborado por la comisión de la FCV, permitiría que los clubes deportivos amenazados, podrían estar protegidos si constan en el plan de instalaciones deportivas de Catalunya.

Por otro lado el Tribunal Supremo, ante la excepcionalidad de la medida de derribo acordada por el Ministerio de Transición Ecológica, ha decidido abrir pieza separada para analizar si es necesario suspender el acuerdo de la administración ordenando el derribo de las instalaciones del Club del Mar y la Piscina Maria Teresa, ambos declarados Bien Cultural de Interés Local. El alto tribunal deberá decidir sobre la legalidad de las medidas impulsadas por la administración.