Rusia y Ucrania concluyen sin grandes avances su primera cumbre

Ambas partes acuerdan canjear 2.000 prisioneros, el mayor intercambio desde el inicio de la guerra. Kiev y Moscú aseguran querer seguir negociando, sin concretar fechas u objetivos.
El primer cara a cara entre Rusia y Ucrania desde 2022 tuvo lugar ayer en Estambul, bajo mediación del ministro de Exteriores de Turquía, Hakan Fidan. La frialdad y las fuertes diferencias entre las dos partes estuvieron muy presentes en una cita que finalizó sin grandes avances, aunque sí que permitió a Moscú y Kiev acordar el intercambio de 2.000 prisioneros.
Serían mil por cada bando y de materializarse, sería el mayor canje desde febrero de 2022, cuando arrancó la agresión rusa sobre Ucrania de la que, por ahora, sigue sin vislumbrarse su final.
El encuentro duró sobre una hora y 45 minutos, y según fuentes del Gobierno de Kiev citadas por la televisión pública ucraniana, se optó por poner en "pausa" la conversación una vez que Moscú insistió en sus reivindicaciones territoriales. También habló de "pausa" Tass, la agencia oficialista rusa, que precisó que ambas delegaciones todavía no han decidido si van a reanudar las conversaciones.
El Kremlin aprovechó la ocasión para reiterar una exigencia que Kiev ve totalmente desapropiada e inadmisible: que Ucrania se retire totalmente en las cuatro regiones del este que Rusia se anexionó unilateralmente en septiembre de 2022, meses después del inicio de la agresión.
Estos territorios son las autodenominadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk -bajo control ruso desde el inicio de la guerra del Donbás, en 2014- y las regiones de Zaporiyia y Jersón. Las cuarto áreas, juntas, representan alrededor de una quinta parte de la superficie Ucrania. También está Crimea, península que Rusia incorporó a su territorio en 2014.
Otra exigencia rusa es que Ucrania renuncie totalmente a su voluntad de ser socio de la OTAN. Mientras, Kiev reclamó "garantías de seguridad" a sus aliados occidentales para evitar nuevos ataques de Moscú en un futuro y que el ejército ruso se retire de todas las regiones que ha ocupado. Ucrania también dejó clara su frontal oposición a ceder territorios, ya que ello supondría incumplir el principio de integridad territorial que figura en su Constitución.
La posibilidad de que la reunión de ayer marcase de forma inmediata un antes y un después en el transcurso de la guerra eran muy remotas. Prueba de ello fueron las palabras del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien esta semana aseguró que la guerra no va a terminar hasta que él y el presidente ruso, Vladímir Putin, participen en los contactos. Es un mensaje que también transmitió el secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio.
Un factor que contribuyó a rebajar las expectativas fue la decisión de Putin, quien optó por ausentarse. El liderazgo de la delegación rusa recayó en Vladímir Medinski. Se trata de un exministro, asesor de la línea más dura del oficialismo ruso y que también lideró las únicas negociaciones directas entre ambos países, que tuvieron lugar en 2022. Aquellos contactos tuvieron lugar en Turquía, país al que esta semana se desplazó el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. Este último consideró justo antes del encuentro que con su plantón, Putin dejó bien claro que no se tomaba "en serio" la reunión.
Este viernes, cuando el encuentro concluyó, fuentes diplomáticas ucranianas citadas por Reuters lamentaron que el Kremlin optase por socavar los intentos de paz con "condiciones imposibles y no constructivas", en relación a sus demandas territoriales. Según Kiev, Moscú también intentó que Turquía y EEUU no participasen en los contactos.
En público, el mensaje que lanzó Rusia fue muy distinto. "En general, estamos satisfechos con el resultado y estamos dispuestos a continuar los contactos", dijo Medinski, quien aseguró "tomar nota" de la petición de Ucrania de abrir conversaciones directas entre el presidente ruso y Zelenski.
Este último se encontraba este viernes en Albania junto a líderes europeos. En las redes sociales volvió a reclamar tras la reunión un alto el fuego "total e incondicional" y "el fin de las matanzas" por parte del Kremlin. Si no se materializa, pidió "mantener la presión sobre Rusia hasta que esté lista para poner fin a la guerra" con nuevas "sanciones severas".
¿Una nueva ofensiva rusa?El último informe sobre la evolución de la guerra realizado por el think tank estadounidense Hudson Institute asegura que se ha entrado en una "nueva fase" paradójica. "Antes de posibles conversaciones de alto el fuego en Estambul, Rusia se prepara para lanzar este verano una ofensiva a gran escala contra Ucrania" con el objetivo de incorporar localidades estratégicas como la segunda ciudad más poblada, Járkov; Sumy y Zaporiyia.
Los ataques con drones van a más pero se topan con la fuerte resistencia ucraniana. Así, en abril, y citando datos de la inteligencia italiana, Rusia únicamente se extendió por 20.000 kilómetros cuadrados, un dato menor al de otros meses.
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