Sánchez afronta una semana decisiva con todos los escenarios abiertos

La pelota está en el tejado de Pedro Sánchez. A la espera de que el ex secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán, entregue el acta de diputado como prometió el pasado jueves y confirmó este fin de semana en el medio navarro Diario de Noticia s, la familia socialista aguanta la respiración confiando en que los próximos pasos de su secretario general aporten la convicción necesaria que exigen propios y extraños, en especial los partidos que apoyaron su investidura en 2023.

Aunque el propio Pedro Sánchez cortó de raíz la opción del adelanto electoral, de remodelar ahora el Gobierno o de someterse a una cuestión de confianza, a estas horas pocos en su entorno pueden garantizar al cien por cien el futuro de la legislatura.

Todos los escenarios siguen abiertos ante la imposibilidad de acotar completamente las posibles ramificaciones del caso Cerdán. Sirve como prueba el hecho de que la federación socialista de Aragón anunció la suspensión de militancia de dos miembros del partido tras aparecer sus nombres en los audios de Koldo y Cerdán, y surgen voces en el PP que reclaman una investigación en la federación navarra, originaria del exnúmero tres del PSOE, ya que consideran que podría haber sido una suerte de laboratorio de sus trapicheos.

Para los socialistas es crucial conocer las medidas orgánicas que adopte Sánchez en los próximos días. El líder socialista comandará hoy la reunión de la ejecutiva federal del PSOE por primera vez tras la dimisión de Cerdán, una ejecutiva elegida hace poco más de siete meses, en el 41º congreso de Sevilla y en la que Cerdán fue elegido secretario de organización, pese a que ya había sido señalado por el comisionista Víctor de Aldama.

Se espera que de esta reunión salga algún detalle más sobre las iniciativas anunciadas por Sánchez el jueves desde Ferraz, como la puesta en marcha de una auditoría externa de las cuentas del partido que permita despejar las dudas sobre una posible financiación ilegal del PSOE, o los próximos pasos para renovar la dirección socialista –y el relevo de Cerdán– que Sánchez querría formalizar en el comité federal del próximo 5 de julio.

Montero dice sentirse “traicionada” por Cerdán, por quien llegó a proclamar que pondría la mano en el fuego

Pero tres semanas se antoja una eternidad en un entorno de tanta tensión. Además de la dimisión de Cerdán, el partido tiene sobre la mesa decidir si deja vacante el cargo hasta julio, opta por elegir a un sustituto provisional hasta entonces y el futuro de las personas de confianza del ex secretario de organización que figuran en la ejecutiva.

La presión tampoco cejará desde la oposición, que no perderá la ocasión de insistir en su demanda de elecciones. Como tampoco irá a menos la que ejercen el socio de Gobierno y el resto de aliados, que con más o menos intensidad vienen reclamando medidas “radicales” a Sánchez, reuniones para explorar la viabilidad de la legislatura, o simplemente se mantienen a la espera de conocer la envergadura real de la red de corruptelas destapadas por la UCO. De momento, los aliados del Gobierno coinciden una misma queja: la falta de información, y en el reproche de que “no basta con pedir perdón”.

Esta semana podría concretarse una posible ronda de reuniones bilaterales con los aliados de investidura con el objetivo de dilucidar si se mantienen las alianzas, y el miércoles, Sánchez acudirá a la sesión de control en el Congreso, después de anularse la reunión de la ONU en Nueva York a la que tenía previsto asistir.

El líder socialista acudirá a la sesión de control el miércoles tras anularse un compromiso en la ONU

El Gobierno se puso ayer en contacto con los grupos parlamentarios para informarles del cambio de agenda, de forma que puedan presentar hoy preguntas dirigidas a Sánchez. El presidente tendrá el miércoles la oportunidad de exponer las soluciones ideadas este fin de semana a la grave crisis desatada por Cerdán.

Este fin de semana ha servido para constatar la dureza del golpe que ha infligido el exnúmero tres del PSOE a su partido. Varias sedes socialistas (de Cuenca, de Coslada, de Baza –Andalucía–) han amanecido vandalizadas y la vicepresidenta primera y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, admitía ayer que “ninguna organización puede asegurar casos de corrupción cero”, pero sí “tolerancia cero con la corrupción”.

La ministra mantenía las espadas en alto contraponiendo la “contundencia” mostrada hasta ahora por Sánchez, con el silencio del PP en otros casos de supuesta corrupción vigentes en Andalucía. Montero admitió sentirse “profundamente traicionada, dolida, indignada con el señor Santos Cerdán”, por quien llegó a proclamar que pondría la mano en el fuego.