Yolanda Díaz se da a la fuga

Mala intervención parlamentaria de Pedro Sánchez. Insuficiencia declamatoria de Alberto Núñez Feijóo: “No presento una moción de censura porque me faltan cuatro votos”. Crudo retrato de Yolanda Díaz, que se da a la fuga en el momento más crítico del Gobierno del cual es vicepresidenta segunda. Mañana para Santiago Abascal. “Mientras los españoles trabajan y pagan sus impuestos, ustedes roban”, soltó el líder de Vox, dirigiéndose sin intermediarios a los parroquianos del Bar España y a la peña del TikTok. Con un discurso similar, André Ventura, líder de la extrema derecha portuguesa, cosechó el 22,7% de los votos en las últimas elecciones en el país vecino. Chega superó al Partido Socialista, recordémoslo.
Sánchez acudió ayer al Congreso con un argumentario insuficiente, gastado, iracundo. “Y tú más”. Enjuto, tenso, muy tenso, sin soltura. No ha querido presentar una cuestión de confianza y puede que lo acabe lamentando. Los socios parlamentarios se están enfriando –ERC, visiblemente–, y la vicepresidenta segunda desaparece. El ministro Pablo Bustinduy salvó ayer el honor de Sumar. Había otras notables ausencias en el banco azul: Sara Aagesen, Fernando Grande-Marlaska, Óscar Puente..., todos ellos tenían otros compromisos. Un banco azul demasiado vacío. Un banco azul del último Adolfo Suárez.
Vox capitaliza la más sórdida sesión parlamentaria de los últimos tiemposSánchez quisiera llegar vivo a la época de los monzones, cuando empiecen, cual lluvia tropical, los juicios que todavía tiene pendientes el PP por graves casos de corrupción. El caso Kitchen se juzgará dentro de un año. Un año es hoy una eternidad.
El PSOE sigue sin disponer de un mapa del cráter en el cual se halla metido. Ese mapa solo lo conocen los altos oficiales de la unidad central operativa de la Guardia Civil, a las órdenes del juez de la Audiencia Nacional, Leopoldo Puente. Conforme a la ley de Enjuiciamiento Criminal, el Gobierno no tiene por qué ser informado de sus pesquisas. No siempre ha sido así, pero hoy es así. Feijóo habla como si conociese el mapa. Ayer, advirtió al Gobierno que habrá más escándalo.
El banco azul del Gobierno, ayer, sin Yolanda Díaz
Mariscal / EFEEl frente de rechazo es amplísimo. A la procesión acaba de sumarse el presidente de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello, arzobispo de Valladolid, que también pide elecciones. Hace más de una década que el episcopado español no entraba en el combate político. Esas eran las instrucciones del papa Francisco.
La primera en asustarse ha sido Yolanda Díaz, célebre en Galicia por su capacidad de eludir las situaciones incómodas y las capas caídas. Ayer tomó distancias del hombre que hace dos años le ayudó a promover Sumar y marginar a Podemos. Feijóo, que conoce el percal, observaba el escaño vacío con mirada sardónica.
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