La fruta que te salva cuando vuelves de la calle acalorado y no quieres cocinar

Pasar una jornada completa bajo los rigores del calor del verano, con las consecuencias de las altas temperaturas en cuanto a la falta de apetito, los riesgos de deshidratación y el agotamiento físico que produce no es el escenario ideal para llegar a casa y ponernos a preparar comidas. La dieta, en verano, debería estar compuesta por alimentos hidratantes, fáciles de digerir, nutritivos y saciantes.

En este contexto, y de todos los alimentos posibles para pasar el verano con los nutrientes necesarios, pero sin sobrecargar el sistema digestivo ni comprometer un descanso adecuado, la fruta es uno de los mejores aliados. De todas ellas, las de verano con grandes cantidades de agua en su composición como la sandía o el melón son una buena elección. Sin embargo, es la piña la mejor opción.

La piña es una fruta completa nutricionalmente, con un alto poder saciante imprescindible para que unas rodajas funcionen como cena suficiente, digestiva, con pocas calorías y rica en fibra. Además, su elevado contenido en agua contribuye a evitar la deshidratación, un riesgo que se multiplica con las altas temperaturas. Reponer los líquidos y los electrolitos perdidos a través del sudor es básico siempre, y en verano más.

Todas las frutas son esenciales en una dieta equilibrada y variada, pero en esta ocasión, es la piña la que recomiendan los expertos por los beneficios completos que proporciona al organismo, incluidas las vitaminas y los minerales que contiene.

Antes de enumerar todas las ventajas saludables de la piña, en caso de que sea lo único que vamos a ingerir por inapetencia o cansancio, es importante saber que contiene una enzima que trabaja de manera directa en la buena digestión. Hablamos de la bromelina, que facilita la descomposición de las proteínas de los alimentos y favorece la microcirculación.

En primer lugar, es importante mencionar que cuando los expertos recomiendan la ingesta de piña como 'plato único' en caso de tener una temperatura corporal elevada tras llegar a casa de la calle en verano, y no querer cocinar, se refieren a la piña natural, y no a ningún preparado azucarado ni en almíbar.

A partir de aquí, la piña será la elección perfecta porque es ligera, favorece la digestión, regula la microbiota intestinal (eliminando los parásitos); reduce la tensión arterial gracias a su contenido en potasio y sodio, que se compensan mutuamente; hidrata internamente y mejora el aspecto y la elasticidad de la piel; y además es capaz de regular los niveles de azúcar en sangre.

Gracias a su efecto saciante, evitará picar alimentos menos apropiados entre horas, y dos rodajas serán suficientes para cubrir las necesidades nutricionales. De hecho, la piña es un antiinflamatorio natural de reconocidos beneficios en la inflamación abdominal, al tiempo que trabaja como diurético para eliminar líquidos y toxinas acumuladas durante la jornada.