Los 10 puentes más icónicos de Europa en los que hacerse la mejor foto

Cada viaje tiene su foto para el recuerdo. Y aunque a veces cuesta encontrar el escenario perfecto, en las ciudades con río hay un truco que nunca falla: buscar el puente. Ya sea por sus vistas, su historia o su diseño, siempre hay uno que se convierte en el mejor encuadre del viaje.
Y es que, los puentes no son solo una forma de cruzar un río y unir dos orillas, también pueden ser monumentos, miradores, escenarios de películas o incluso protagonistas de los recuerdos de tus viajes más memorables. En Europa hay verdaderas joyas arquitectónicas que unen orillas y estilos, pasado y presente, historia y modernidad. Algunos destacan por su elegancia, otros por su tamaño, su ubicación o su carga simbólica y aquí van algunos con los que puedes preparar una lista de próximos destinos.
Tower Bridge (Londres)
Con sus torres neogóticas y su estructura levadiza sobre el río Támesis, el Tower Bridge es uno de los iconos más fotografiados de Londres. Inaugurado en 1894, no solo es una proeza de la ingeniería victoriana, también es uno de los mejores miradores del skyline londinense. Puedes cruzarlo a pie, por abajo junto al tráfico o por arriba a través de una pasarela acristalada con vistas únicas de la ciudad. De día impresiona por su presencia; de noche, iluminado, es pura postal.
Ponte Vecchio (Florencia)
Otro clásico y otro de los que siempre figuran en las "fotos oficiales" de unas vacaciones en Florencia. Eso sí, este es muy peculiar, ya que está lleno de tiendas, algunas con siglos de historia a sus espaldas (o entre sus mostradores, mejor dicho). Desde hace siglos, orfebres y joyeros ocupan estas casitas de colores que parecen colgar sobre el río Arno. Una postal inconfundible. Fue el único puente de Florencia que sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial, y aún hoy se siente el peso de la historia al cruzarlo. Verlo desde cualquiera de los puentes vecinos al atardecer es una experiencia mágica.

No siempre hay que cruzar fronteras para encontrar puentes dignos de foto. Cualquier visita a Zaragoza incluye una visita a la Basílica del Pilar, pero ¿sabes cuál es el mejor punto para fotografiar este templo tan colorido? Pues, precisamente, el puente que está detrás. Se trata de uno de los más antiguos del país y uno de los pocos puentes medievales que siguen activos. Realmente, su origen es romano, aunque el actual es del siglo XV y ha sido testigo de batallas, riadas y celebraciones. Un clásico que siempre funciona en cualquier álbum de viaje.
Puente de la Maza (San Vicente de la Barquera, Cantabria)
Más de medio kilómetro de piedra y mar en uno de los rincones más fotogénicos del norte. Este puente medieval une el casco antiguo de San Vicente con el resto del municipio, cruzando la ría con los Picos de Europa de fondo. Desde aquí se ven los barcos de pesca, la playa, la marisma… y todo lo que hace de Cantabria un paraíso natural. Además, gracias a las vivas mareas del Cantábrico, cada vez que lo pases tendrás una estampa diferente.
Puente de Carlos (Praga)
Este puente gótico con más de 500 años es una de las joyas de Praga. Conecta el castillo con la Ciudad Vieja y está decorado con más de 30 estatuas barrocas. Lo mejor es ir muy temprano, cuando la niebla aún flota sobre el río Moldava y los turistas no lo cruzan en masa. Pero si madrugar no es lo tuyo, este puente es tan especial que no importa la gente, si llueve o hace calor. Además, es tremendamente fotogénico. No se le puede pedir más…
Kapellbrücke (Lucerna)
Cubierto, de madera, con una torre octogonal, pinturas en el techo y miles de flores dando un toque de color, así es este puente de cuento que atraviesa el corazón de una de las ciudades más elegantes de Suiza. Es el puente techado más antiguo de Europa y uno de los más bonitos del mundo, algo que no solo dicen los suizos.
Puente Nuevo (Ronda, Andalucía)
No es fácil encontrar un puente que cause tanto impacto visual. El Tajo de Ronda se abre con una profundidad de casi 100 metros, y este puente lo cruza desde el siglo XVIII. Une las dos partes del casco antiguo y ofrece unas vistas que quitan el aliento, ya sea desde arriba o desde abajo. Uno de los grandes imprescindibles del sur de España.
Puente Dom Luís I (Oporto)
Diseñado por un discípulo de Eiffel, este puente de hierro es el gran símbolo de Oporto. Cruza el río Duero a dos alturas y ofrece vistas espectaculares tanto desde la parte alta como desde la zona baja. Desde arriba se ve el casco antiguo, la ribera con sus casas de colores y las bodegas de Vila Nova de Gaia. Al atardecer, la foto es insuperable.

Es el más antiguo de los puentes de París, aunque su nombre diga lo contrario. Une la Île de la Cité con ambas orillas del río Sena y es uno de los lugares más cinematográficos de la ciudad. Desde aquí se ve Notre-Dame y el Louvre. Elegante, sobrio y lleno de historia, es un clásico parisino que nunca pasa de moda.
Puente de los Suspiros (Venecia)
El puente más melancólico de Venecia no cruza el Gran Canal, sino un pequeño canal entre el Palacio Ducal y las antiguas prisiones. Se dice que su nombre proviene de los suspiros de los presos al ver la ciudad por última vez. Hoy, sin embargo, es el suspiro de los turistas el que domina. La foto perfecta se hace desde el puente de la Paglia. Una opción diferente que va más allá del muy visto Rialto.
20minutos